Deficiencias en el sistema de Correos

Vivo en California (EEUU), y quisiera aprovechar el hecho de que, leyendo vuestra edición digital del día 16 de junio, veo que la legislatura planea mejorar el servicio de Correos con entregas más rápidas. Al respecto quiero referirme a varias experiencias por de más desagradables e inconvenientes.Meses atrás, mi hermano, residente en Argentina, envió una carta certificada a sus hijos, que residen en Lanzarote, islas Canarias. Tal carta jamás llegó a su destino. Unos meses después, yo envié otra carta certificada, esta vez con aviso de retorno, desde California a Lanzarote y que contenía importantes documentos. Esta carta tampoco llegó a su destino. Este pasado mes de marzo, mi cuñada me envió desde Azuqueca de Henares, a sólo 40 kilómetros de Madrid, otra carta certificada con fotografías, negativos y otros papeles importantes que yo necesitaba. De más está decir que dicha carta tampoco llegó a su destino. Podríamos decir que una carta certificada perdida es algo no muy fuera de lo común. También podríamos decir que dos cartas certificadas perdidas ya es algo un poco más serio, especialmente cuando fueron enviadas con aviso de retorno. Cuando hablamos de tres certificadas que nunca han llegado a su destino, uno podría pensar que hay algo definitivamente inaceptable e inexcusable.

La causa de tal falta de cumplimiento hacia el usuario es algo que, indudablemente, tendrá que caer en las manos de las agencias competentes, pero se me ocurre que es más que coincidencia el hecho de que tantas cartas certificadas no lleguen a sus destinatarios. Lo imaginable, o lo inimaginable, es que esto suceda cuando algún empleado de correos se tome la atribución de decidir qué cartas se envían y qué cartas van al cesto de la basura.

Es realmente inaceptable que en este momento, cada vez que tengo que enviar cartas o documentos a España, tenga que hacerlo con compañías de courriers que, como es lógico, cobran cantidades exorbitantes por sus servicios. Lo mismo ocurre desde España hacia Estados Unidos. Es de esperar que lo acontecido sea algo que pueda ser investigado por las autoridades correspondientes, ya que puede estar rayando en el delito.- Enrique S. Rasmussen. California (Estados Unidos).