Los reformistas de Irán anulan las trabas a la libertad de prensa

El Parlamento de Irán decidió ayer, por una amplia mayoría, modificar y liberalizar lo antes posible las leyes relativas a la prensa, poniendo así punto final a la persecución de los periodistas y al cierre de los medios informativos, realizados en los últimos meses por los jueces que se apoyaban en una legislación conservadora aprobada por el parlamento anterior, conocida vulgarmente como Ley del 18 de abril.

La iniciativa parlamentaria, aprobada por 106 diputados, ha sido impulsada por el parlamentario reformista Ahmad Borghani, que fue redactor de la agencia de prensa estatal Irna. Al defender la moción, Borghani aseguró que "el cierre masivo de periódicos es comparable en la sociedad a la clausura de las escuelas".Pocas horas después de que el Parlamento de Teherán aprobara esta moción, un grupo de diputados presentaba, ante el responsable del aparato judicial, el ayatolá Mahmud Hashemi Shahroudi, una carta firmada por 151representantes en la que se solicitaba la liberación de los periodistas recientemente encarcelados en la prisión de Evian y la reaparición de los 18 periódicos suspendidos en los últimos meses.

La carta de los parlamentarios protesta asimismo por la persecución a la que se ha sometido en la última semana a algunos responsables editoriales de Teherán, entre ellos Chahla Lahiji, acusada de haber participado en una conferencia celebrada en Berlín, calificada de "antiislamista" por la Administración de Justicia. La carta también hace referencia al editor Ali Reza Khallagh, que fue detenido el jueves bajo la acusación de haber criticado al guía supremo de la nación, el ayatolá Alí Jamenei.

Con esta doble iniciativa, los parlamentarios reformistas iraníes tratan de cumplir los compromisos anunciados en la campaña electoral de febrero y abril, de defender a los periodistas encarcelados y promover la derogación de las leyes restrictivas contra la prensa aprobadas por el anterior Parlamento, dominado por los conservadores.

La prensa conservadora acogió ayer con duras críticas la ofensiva de los reformistas, acusándoles de "dar más alas a los antirrevolucionarios para que puedan llevar a término sus objetivos".