La policía aprueba el 'ensayo' del 'encuentro del pánico'
300 'hooligans' ingleses se enfrentaron a una veintena de alemanes, pero los agentes los reprimieron eficazmente en Charleroi
Los hooligans británicos dieron ayer noche en Charleroi, en la víspera del partido más temido de la Eurocopa, el Inglaterra-Alemania, el aviso de lo que puede pasar hoy tras el encuentro. Pero las fuerzas del orden demostraron su capacidad para evitar males mayores. La gendarmería tuvo que intervenir tres veces en la céntrica plaza de Carlos II para disolver los enfrentamientos que 300 hinchas ingleses protagonizaron contra apenas 20 seguidores alemanes.Los alborotadores la tomaron también con los cámaras de televisión y fotógrafos que se encontraban en la plaza. Se produjeron varias detenciones y la policía disolvió a los hooligans con eficacia para demostrar que está preparada. Mucho trabajo puede tener hoy, porque los hinchas ingleses han anunciado que la plaza Carlos II "es suya pase lo que pase" y que no dejarán entrar alemanes allí.
El martes se desplegaron 1.800 agentes en Charleroi. Hoy serán más de 3.000 los policías que velarán por la seguridad antes, durante y después del enfrentamiento. "Es un partido serio y con riesgos", reconoció el mayor de la gendarmería de la ciudad valona, Michel Rompen. El ya bautizado como "el encuentro del pánico" se ha preparado con especial cuidado para reducir al mínimo cualquier riesgo de incidentes y evitar una nueva tragedia en el fútbol provocada por la violencia de los hooligans más radicales dentro o fuera de los estadios. Los servicios de emergencia en los hospitales, por si acaso, también están reforzados.
Cuando se menciona el encuentro entre Inglaterra y Alemania uno oye hablar de todo menos de fútbol. La seguridad se ha convertido en la única obsesión de los organizadores. Prácticamente habrá esta tarde en Charleroi un policía por cada diez hooligans. Habrá 6.000 aficionados ingleses y 5.000 alemanes con entrada para acceder al estadio, y nadie se atreve a dar una cifra concreta sobre los que estarán fuera siguiendo el encuentro en las grandes pantallas de televisión instaladas en los bares y cafés del centro. Los pronósticos oscilan entre los 5.000 y los 40.000 (principalmente ingleses, ya que los alemanes no siguen sin entrada a sus equipos).
Estrategia
"Las fuerzas del orden estarán listas para intervenir de inmediato", afirmó la comisaria de la policía comunal, Francine Biot. La estrategia será la misma que en el partido Yugoslavia-Eslovenia, pero con el doble de efectivos. "La policía se quitará los cascos, las porras y las protecciones para conseguir un mejor ambiente de convivencia y evitar así la confrontación con los hooligans", añadió Rompen. La zona prohibida a la circulación se limita al entorno del estadio, el resto está libre. Es la reiterada tolerancia cero, pero más sutil.
Los temidos hooligans británicos y alemanes no serán los únicos bajo vigilancia después de los altercados en Bruselas. "El dispositivo sirve para todo el mundo, visitantes y residentes, no hacemos diferencias, pero tiene que quedar claro que los carolos [vecinos de Charleroi] aman la fiesta, no buscan la confrontación y están orgullosos de ser anfitriones de este encuentro", matizó. A pesar de que se respira máxima tensión, los responsables policiales de Charleroi se muestran optimistas.
Garajes preparados
En el caso de que se produjeran incidentes y la policía tuviera que actuar, los garajes de las comisarías de la gendarmería se han convertido en centros temporales de reclusión listo para acoger un millar de hooligans. "No se trata de prisiones, ése es un término demasiado fuerte, sino de locales donde podrán permanecer arrestados los alborotadores durante algunas horas y sólo con carácter administrativo", explicó Rompen.
Como la noche se espera movidita, los servicios de emergencia también estarán en alerta para hacer frente a una "catástrofe" dentro o fuera del estadio y se han tomado medidas adicionales para este encuentro en todos los hospitales de Charleroi. Se ha reforzado el personal en los cuatro centros sanitarios próximos al estadio. Dentro del perímetro de seguridad se ha instalado una célula médica que irá distribuyendo a los heridos según la gravedad por los 14 hospitales de la provincia en función del equipo médico del que dispongan. "El personal estará listo para atender a un gran flujo de heridos y aplicar lo que llamamos medicina de guerra en tiempo de paz", afirmó un responsable del Hospital Universitario de Charleroi.
Habrá dos equipos médicos. Uno se encargará del socorro dentro del perímetro del estadio y otro del resto de la ciudad.
El burgomaestre de Charleroi, Jacques van Gomper, espera que los seguidores de los dos equipos sean correctos y no acepta las críticas contra la capacidad de organización para afrontar sin problemas este encuentro de máximo riesgo: "Asumiremos nuestras responsabilidades como sede". "Charleroi es una ciudad con más de 200.000 habitantes, con un estadio con capacidad para 30.000 personas, y hay ciudades más pequeñas con capacidades similares a nivel del estadio que participan en el Euro2000. No veo razón por la que Charleroi no pueda participar en el campeonato", declaró a este diario. "No hay que aferrarse siempre a los aspectos negativos, hay que positivar las cosas", concluyó asegurando que "se ha preparado todo de manera consecuente".
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