España 'debuta' mañana
La selección afirma que ante Eslovenia hay que vender el mismo optimismo que precedió al choque ante Noruega
"Para la afición, a la gente que confía en nosotros, hay que venderle el mismo mensaje optimista que antes de enfrentar a Noruega". Fernando Hierro, capitán de la selección española, resumió en una frase el sentir del equipo español en espera del partido de mañana contra Eslovenia. A tenor del proceder del grupo de Camacho es como si para España la Eurocopa comenzara el domingo en Amsterdam. La terapia del colectivo español ha consistido esencialmente en olvidarse del partido del pasado martes contra Noruega, tanto por el resultado adverso como por mal jugado. Hay la convicción incluso de que España desperdició más de una hora de fútbol en su estreno, de modo que el encuentro ante Eslovenia es como volver a empezar, aunque a diferencia del primer partido, ya no hay margen de error.Cumpliendo una de las leyes naturales del fútbol, los jugadores veteranos o experimentados, que son muy pocos en la actual selección, han decidido "tirar del carro", como expresan el propio Hierro o también han insinuado Guardiola y Raúl. "Los que llevamos más tiempo", incide el central madridista, "somos los que tenemos más capacidad para soportar las derrotas y la crítica". Para empezar se impone un acto de fe en el propio equipo. Explica Hierro: "No hay que dudar más y responder a nuestra obligación de ganar los dos próximos partidos".
Es conveniente también defender la filosofía de juego de la selección antes que las ambiciones personales. "Yo tengo mucho por hacer y poco por demostrar", insiste el capitán. "Mi conciencia está tranquila, pero me siento dolido como miembro de la selección por nuestra derrota". "O remontamos todos o nos hundimos todos", puntualiza Gerard, que será nuevamente suplente. "Hay 22 jugadores en condiciones, y ganan y pierden tanto los que están dentro como fuera del campo. Las cuestiones individuales quedan supeditadas al bien del equipo". "No tengo nada que reprocharme de mi partido contra Noruega, choque del que salí con la cabeza bien alta", advierte Urzaiz. "El seleccionador no nos ha dicho nada sobre los posibles cambios para el próximo partido, pero estoy convencido de que si hay novedades será para el bien de todos". Hierro insiste: "Debemos estar más unidos que nunca y convencidos de que el domingo se verá a otro equipo diferente al del martes".
Hay, además, otros argumentos no necesariamente futbolísticos para intentar superar la adversidad. El más importante afecta a la actitud. Los futbolistas españoles se reprochan hoy que frente a Noruega tardaran en entrar en el partido. "En el próximo encuentro debemos mostrar nuestra personalidad y marcar el ritmo de juego desde el arranque", aventura Hierro. "No debemos replantearnos nuestra idea de juego, que la tenemos y asumimos con gusto. Tampoco conviene cambiar de sistema en función del rival. Lo que hay que hacer es actuar con más determinación. El fútbol perfecto es el que combina la garra y la calidad a partir de la posesión de la pelota".
"El equipo tiene una gran ilusión por ganar, por que empiece el próximo partido", acaba Hierro. "El domingo tenemos una revancha". Más que contra Eslovenia, España parece jugar contra la propia España. "Hay que combatir el pesimismo y el dramatismo provocado por una derrota y pensar que se puede revertir con dos victorias". "Nuestra consigna", puntualiza Urzaiz, "es la de ser un equipo agresivo ofensivamente, jugar al ataque". "Yo no soy consciente de lo que se ha dicho y escrito sobre nosotros", advierte Valerón, "porque estamos aislados de todas estas historias. Para mí no hay que darle más vueltas al asunto; se trata de saber materializar las ocasiones de gol".
Los analistas, en cambio, se refieren más a los centrocampistas que a los delanteros. Hay una cierta corriente de opinión que apunta hacia Guardiola, y sobre todo se pregunta por su forma física y la dificultad para darle velocidad a la pelota en el partido contra Noruega. Louis Van Gaal, ex entrenador azulgrana, advirtió que el juego de la selección le recordó el pasado martes al mostrado en determinados encuentros del curso pasado por el Barcelona. Lo mismo se podría decir de algún partido de Holanda. El asunto está en que, para bien o para mal, el capitán barcelonista y medio centro de la selección contagia su juego, de manera que a mejor Guardiola mejor equipo y, por la misma regla de tres, cuanto peor juega, peor hace jugar. Camacho prefiere no entrar momentáneamente en el debate, convencido de que la actuación de Guardiola depende también de los futbolistas que le acompañan, es decir, del desmarque de los volantes, del ofrecimiento de Raúl o de la capacidad de llegada de los laterales. Los técnicos entienden que el medio centro no estuvo lento sino que fue víctima del caos táctico que provocó Noruega. No se prevén cambios, en este sentido, para el choque de mañana. Guardiola parece tan indiscutible como Raúl o Hierro, la columna vertebral de la selección y los jugadores más experimentados del plantel.
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