Austria

El FPÖ, miembro de la actual coalición gubernamental austriaca, ha comenzado una campaña pública contra los extranjeros. Desde ayer, han instalado un bungaló al lado del edificio de la Ópera, coronado por una enorme pancarta que dice: "Aussländer Raus!", esto es, "¡fuera extranjeros!". Además, han instalado unas protecciones explicando los "terribles daños" que los extranjeros causan a la identidad nacional austriaca. Esto no se puede tolerar, ni siquiera bajo el falso pretexto de la libertad de expresión. Para los que vivimos aquí desde hace seis años, y hemos visto el terrible deterioro de la situación en los últimos meses, no nos sirven de excusa ni consuelo las manipuladas declaraciones de los actuales gobernantes y su afán por demostrar que todo va bien, y que los Gobiernos europeos deben suspender las sanciones. Deben, por el contrario, mantenerlas y endurecerlas. Esta gente es dura de corazón y trata de ganar tiempo para que todo se olvide. En el portal de mi casa ha aparecido la inscripción, en letras rojas, "Saujude", que no deseo traducir al español por lo vejatoria que resulta. Amigos míos han sido insultados en metros y tranvías, y puede uno darse una vuelta por los "bucólicos" y románticos bosques de Viena para encontrar escritos en algunos bancos frases como "Hitler es nuestro futuro". Tales cosas no sucedían hace seis años. ¿Qué puede hacer la UE? Frente al reblandecimiento de algunos Gobiernos, hay que seguir con una actitud firme, hasta conseguir que estos racistas se vayan del Gobierno.- María Luisa Antonaya. Viena. Austria.