La banca se opone a que el Gobierno facilite el cambio de un fondo de inversión a otro

El sector financiero libra estos días una batalla soterrada a cuenta de las medidas fiscales que el Gobierno quiere adoptar para frenar la inflación. En especial, por los fondos de inversión, un negocio de 33 billones de pesetas, y la posibilidad de que el cambio de uno a otro no tribute. Ni los grandes bancos ni las aseguradoras quieren que se aplique una medida de este tipo. Los primeros, porque se desataría una "guerra de precios", y los segundos, porque quieren preservar las ventajas de su producto estrella, los unit linked. Mientras, en Hacienda aún no lo tienen claro, y son el Tesoro y la CNMV los que más apuestan por la reforma. Las presiones han atascado su aprobación, que se aplaza al viernes que viene.

Si antes el Gobierno libraba sus más duras batallas con sus socios nacionalistas catalanes, ahora son los sectores efectados los que oponen la más férrea resistencia. Las comunidades autónomas, por los horarios comerciales; los ayuntamientos, por el suelo; las petroleras, por la apertura de la competencia en las gasolineras, o las eléctricas, por la rebaja de tarifas.Esto en cuanto a las medidas de carácter económico que el Gobierno quiere adoptar para frenar la inflación. Respecto de las medidas fiscales, que persiguen fomentar el ahorro -ahora en su nivel histórico más bajo-, el foco de resistencia está en el sector financiero. La crítica de fondo es que la tributación de los instrumentos de ahorro ha cambiado de forma radical en el último año, con retoques sucesivos, y esto dificulta una planificación a largo plazo.

En ello coinciden tanto la AEB, en representación de los bancos, como Unespa, donde se integran las aseguradoras. Ambas se oponen, aunque por diferentes motivos, a la posibilidad de que el cambio de fondo de inversión no tribute. Ahora, cuando se desinvierte en un fondo, se paga el 20% de la plusvalía (diferencia entre el valor de compra y el de venta), sea cual sea el destino del dinero.

La exención de impuestos tiene como principales defensores al Tesoro público y a la CNMV, que quieren así fomentar la competencia entre gestoras y abaratar comisiones, siempre que se establezcan determinadas cautelas. Los fondos de inversión mueven en la actualidad 33,5 billones de pesetas y, según Inverco, la asociación que agrupa a las gestoras, la comisión que se cobra es del 1,20% de media ponderada.

Los bancos argumentan que ese nuevo marco fiscal desataría una "guerra de precios" en detrimento de la seguridad o la rentabilidad de las inversiones. Añaden que no se justifica eximir del pago de impuestos al cambio de fondo cuando no ocurre lo mismo cuando se venden y compran acciones.

Las aseguradoras también se oponen con los mismos argumentos, aunque existe otra razón de fondo. El pasado año se reguló la fiscalidad de los llamados unit linked, un seguro de vida combinado con una cesta de fondos de inversión que goza de un tratamiento fiscal muy favorable. Son fondos paraguas dentro de los cuales el inversor se puede mover sin tributar, además de tener una reducción del 70% para la póliza cobrada en más de ocho años.

Es lo que le ocurre también a la banca con los depósitos. Tras la reforma fiscal del pasado año, su tipo de retención ha bajado del 25% al 18%, con una reducción sobre los intereses del 30% si se mantienen más de dos años. Esto ha provocado un desplazamiento del ahorro desde los fondos de inversión hacia los depósitos, en parte porque la reforma implantó una nueva retención del 20% sobre los primeros.

Hacienda recaudó el pasado año, gracias a esta medida, 90.200 millones de pesetas, mientras que el patrimonio de los fondos ha caído 1,6 billones en ese periodo. Entre enero y mayo pasados, el descenso ha sido de 1,26 billones, hasta situarse en 33,04 billones. La asociación Inverco considera que este producto está ahora peor tratado, pero no cree que la solución sea la que se plantea. Su propuesta es que los fondos de inversión con permanencia superior a seis meses no tributen. Hacienda, que, según los sectores afectados, aún no sabe bien qué hacer.

Competencias poco claras

También influye el hecho de que los equipos del dividido ministerio -Economía, por un lado, y Hacienda, por otro- se han formado muy recientemente y las competencias están aún poco delimitadas. Para remate, el nombramiento del director general de Tributos, Estanislao Rodríguez Ponga, el encargado de ponerle la letra a las reformas, ha causado cierto malestar interno.

El resultado de todo ello es que la aprobación de las medidas se ha retrasado más de lo previsto. Fuentes del Ministerio de Economía aseguraron ayer que hoy no se aprobará el paquete de reformas, lo que probablemente sucederá el próximo viernes. Se quiere que sean medidas de fondo, cuyo el objetivo es frenar la inflación, que se situó en el 3,1% el pasado mes de mayo.

Junto a la exención para el cambio de fondos se estudia también disminuir el tipo impositivo para las plusvalías (del 20% al 18%), reducir el plazo a un año y medio (en lugar de dos) para que se aplique ese tipo, rebajar el límite de tributación conjunta para renta y patrimonio (ahora en el 70%) y algunas ventajas fiscales para los fondos de pensiones.