Hábitat de águilas y antenas
Los pastores se han modernizado. Sus teléfonos móviles y los todoterreno con los que llegan hasta los lugares más recónditos en los que pastan las ovejas son casi los únicos signos de invasión de tecnologías que ocupan el Almadén, un pico de 2.030 metros situado en el Parque Natural de Sierra Mágina con vistas a Jaén y a Granada. No son, sin embargo, los pequeños teléfonos que aislan un poco menos al pastor los que enturbian el paisaje, si no las antenas de televisión que han instalado las distintas cadenas para ofrecer su señal. Precisamente, su existencia ha hecho que sea una de las escasas cimas que tiene carril para vehículos hasta el final del recorrido.Si se hace un pequeño ejercicio de abstracción para obviarlas, se disfrutan cuatro horas de recorrido a pie que culminan con un doble premio. Por un lado, el poder observar las cumbres de Sierra Nevada en los días despejados desde la cima del Almadén, y por otro, estar en uno de los espacios en los que sobrevuela el águila real.
Pero ésa es la última recompensa del camino. Antes, el recorrido ascendente que surge desde Mancha Real lleva hasta una primera parada en El Morrón, a 1.500 metros de altura. Buen momento para hacer un descanso observando la perfecta estructura que mantiene este pueblo con calles que parecen trazadas con escuadra y cartabón. Tan ordenado como sus vecinos, activos empresarios que explotan industria de la madera.
A tres kilómetros de la salida del casco urbano se encuentra la Peña del Águila y un pequeño bosque de pino repoblado sobre calizas que sirve los fines de semana para el descanso de los vecinos de la zona. Las inmediaciones del Almadén tienen aún pocas visitas foráneas.
Los olivos inundan el paisaje que se divisa en el camino de ascenso, como en la mayoría de los llanos de la provincia de Jaén. La subida se mantiene hasta llegar al collado de Mojón Blanco, que ofrece un pequeño respiro antes de emprender la última subida, más abrupta que el resto. En el último tramo del ascenso, que los pastores llaman El puntal de la abuela, una empinada cornisa con caída directa hacia el valle sirve de punto de cría a águilas reales, que con el calor sólo se pueden ver durante las primeras horas de la mañana y al amanecer.
Muy cerca de ellas están las cabras montesas y a lo largo de todo el recorrido se mantienen escondidos ciervos, gamos y jabalíes. Hace falta ser tan silencioso como los dos pastores que diariamente fuman un cigarro junto al Puntal de la abuela para poder ver volar a las águilas o correr a los gamos. El lugar que han escogido para fumar está sobre lo que llaman Pollo del fumadero, antiguas plantaciones de tabaco antes de que el olivar arrasara con el resto de cultivos.
En la distancia, la estampa de Mancha Real da paso a Pegalajar, que mantiene su lucha para conseguir agua suficiente para la charca de la localidad y la huerta. Ya en la cima, junto a las antenas de televisión, lo mejor es dejar pasar el tiempo observando las dos perspectivas que se divisan en el horizonte: Sierra Mágina y los campos de la provincia de Granada y los cultivos del valle de Jaén.
Un paraje por descubrir
Dónde. El acceso se realiza desde Mancha Real, a 19 kilómetros de la capital. En Jaén se inicia el recorrido en coche por la N-323 hasta llegar a la conexión con la actual A-306 en dirección a Úbeda. Esta carretera tiene una desviación para llegar hasta el pueblo a través de la J-3240. Una vez en Mancha Real es necesario preguntar por el camino, no señalizado, que lleva hasta el lugar conocido como Las Pilas, situado a las afueras. De allí parten dos caminos, el de la izquierda sube hasta el Almadén.Cuándo. En primavera, con las lluvias, se ven en su esplendor las sabinas, las erináceas o el rosal silvestre. El frío y la lluvia de los últimos días ha hecho que junio sea un mes especial en el que el monte está en un momento álgido antes de que arrase el sol. En otoño los tonos rojizos ofrecen un escenario singular.
Alrededores. Un recorrido triangular desde el Almadén permite visitar, además de Mancha Real, las localidades de Pegalajar y Torres. El primer pueblo se ha hecho conocido por una charca situada en el centro, ahora vacía, que abastecía una huerta ya explotada en época árabe. Se sitúa a los pies del castillo, aprovechando los terrenos en pendiente. Para comer lo mejor es ir de tapas. En el tradicional bar Taxis (953 35 25 65) se come por menos de 1.000 pesetas el plato.
Y qué más. El paraclub Jaén-Almadén (953 35 29 14) conoce perfectamente una zona poco explotada por el turismo. Tan poco que en Mancha Real no hay oficina de información, por lo que suple el papel el Ayuntamiento (953 35 01 57). Antonio Pérez ha acumulado información de primera mano sobre Mancha Real y los pueblos de Sierra Mágina. Se puede ver, con fotografías, en Internet (www.ctv.es/USERS/cabal). Los aficionados al deporte disponen del libro Deportes alternativos en Sierra Mágina, de Cristóbal Villanueva.
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