Un fuego arrasa en Cádiz una zona de la planta de Tabacalera

El fuego arrasó ayer las plataformas de madera almacenadas en un patio exterior, de unos 3.000 metros cuadrados, del centro que la compañía Tabacalera posee en el polígono exterior de la Zona Franca de Cádiz. Las llamas afectaron a 50 metros de la fachada lateral de la fábrica y al túnel de transporte. El siniestro, cuyo origen se desconoce, aunque se atribuye provisionalmente a causas fortuitas, se declaró pasadas las 15.00 y se controló casi tres horas después. El fuerte viento de levante que soplaba ayer en la Bahía de Cádiz dificultó las labores de extinción y extendió la acción de las llamas a dos focos más.

Una pavesa impulsada por el viento prendió un contenedor cargado de papel usado que estaba ubicado en la calle Ronda de Vigilancia, a unos 400 metros de distancia. El contenedor ardió por completo y extendió las llamas a un turismo aparcado al lado, que resultó igualmente siniestrado. Minutos después, otra ascua prendió las basuras y escombros de un solar.

Durante las labores de extinción, en las que participaron 36 bomberos asistidos por seis vehículos y una unidad especial procedente de la base naval de Rota, no se produjeron daños personales, sólo pequeñas lesiones oculares y asfixias leves en trabajadores de la brigada contraincendio de Tabacalera, que también colaboró en la extinción del siniestro.

Durante el incendio, las autoridades temieron que las llamas pudieran afectar a unos depósitos de combustible contiguos, la nave que almacena las bombonas de butano y las instalaciones también próximas de Aga Ibérica, que almacena gas ciudad.

Los sistemas contraincendio de todas las empresas funcionaron correctamente. Si el viento hubiera sido de componente oeste, habría destruido 13.000 toneladas de tabaco. Los bomberos también trabajaron a destajo para evitar que el fuego del patio penetrara en el túnel de transporte de las mercancías, hacia el interior de la factoría.

El incendio, localizado en las inmediaciones del Puente Carranza, uno de los dos únicos accesos de que dispone la ciudad, provocó largas retenciones de tráfico.