Los tres mosqueteros españoles desafían al campo de Pebble Beach
Lo que cuenta en el golf a la larga, más que ganar dinero, es ganar un grande, uno de los los cuatro torneos del Grand Slam. Como el Open de Estados Unidos, que comienza hoy en la costa del Pacífico en el espectacular campo californiano de Pebble Beach. Tres españoles (José María Olazábal, Miguel Ángel Jiménez y Sergio García), entre los participantes, y un gran ausente: Payne Stewart, el ganador del Open de 1999, fallecido en octubre en un accidente aéreo.
Hay jugadores profesionales que pueden haber ganado muchos torneos pero cuando se jubilan se quedan con un mal gusto en la boca, una sensación de frustración, de haber fracasado. Estos son los jugadores que jamás ganaron un grande -un Open de Estados Unidos, un Open Británico, un Campeonato de la PGA, un Masters. En cambio los que sí han triunfado al más alto nivel, aunque sólo haya sido una vez, adquieren un brillo que les acompañará el resto de sus días. El público y los demás jugadores les miran con un respeto especial. Son diferentes. El destino les ha marcado. Son los gigantes del golf.José María Olazábal, por ejemplo. Olazábal ha conquistado dos Masters en los Estados Unidos. Y por eso el guipuzcoano es uno de los diez golfistas más famosos del mundo. Más famoso y más admiradoque el escocés Colin Montgomerie, cuya trayectoria demuestra que ha ganado más torneos y más dinero que Olazabal; y cuyo juego en los últimos años ha sido mucho más fiable. Muchos dirían que Montgomerie es mejor jugador que Olazábal. Pero todos están de acuerdo en que Olazábal tiene más grandeza. En que es un jugador de leyenda.
Hasta que Montgomerie logre ganar la misma cantidad de torneos del Grand Slam que Olazábal, nada cambiará. Aunque Montgomerie gane 20 torneos de los otros, de los comunes y corrientes, en lo que que le queda de carerra profesional, y aunque Olazábal no vuelva a ganar nunca más, la historia recordará más a Olazábal que al escocés.
Sergio García también es uno de los famosos. Se diría que es más ídolo que Olazabal. Porque, a sus 19 años, fue la sensación, la revelación, del golf mundial en 1999. Pero este año ya no puede ser revelación. Ahora se esperan grandes cosas de él. Y si no rinde, si pasan los años y no gana ningún grande su reputación se verá disminuida. Lo considerarán como un personaje un poco triste, un jugador que prometió mucho pero que acabó siendo uno más.
Miguel Angel Jiménez, "el mejor jugador desconocido del mundo", seguirá siendo un gran desconocido si tampoco logra conquistar uno de los cuatro trofeos del Grand Slam. Se lo respetará, pero al jubilarse, el mundo del golf le olvidará.
¿Cómo se sentían los tres mosqueteros españoles en las vísperas del Open de Estados Unidos? Olazábal, el menos desesperado por ganar, deprimido. Su juego está muy irregular, dice, y lo peor del caso es que no sabe porqué. Jiménez, el tranquilo, dice que está jugando bien, pero no confía en que el campo esté a la medida de su juego. Sergio García, el eterno entusiasmado, dice que puede ganar. Que si logra jugar al mismo nivel que la semana pasada, cuando salió tercero en el Buick Classic en Nueva York, puede ganar.
¿El gran rival? Como siempre, Tiger Woods. Y también la historia. En 68 años sólo han ganado el Open estadounidense jugadores no americanos cuatro veces.
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