El 'Libro del edificio' recogerá a partir de agosto el historial de cada nuevo inmueble
A partir de agosto, todos los inmuebles que se construyan en la región nacerán con un acompañante inseparable: el Libro del edificio, una suerte de historial de la vivienda que registrará cada una de sus características, incidencias, reformas y riesgos, así como los datos de las empresas que hayan colaborado en su construcción y obras posteriores. El libro, cuyas líneas han sido fijadas por el Gobierno regional la semana pasada, podrá ser reclamado por cualquier ciudadano que pretenda comprar un piso. Esta fórmula, que permitirá al comprador disponer de toda la información sobre su futura vivienda, oficina o local, desde las bases constructivas del inmueble hasta sus "instrucciones de uso" y los embargos o cargas legales a los que esté sujeto, quedó recogida en una ley regional de marzo de 1999. Ahora, la Comunidad ha hecho públicas, a través de su Boletín Oficial, las características de este libro.
Esta documentación constará de cuatro partes diferenciadas. En la primera, y tras una breve introducción con los datos de localización y el registro catastral del inmueble, se describirán sus "características": plano del emplazamiento, dimensiones, comportamiento ante ruidos o vibraciones, instalación eléctrica, historia de las obras, licencias... También los datos de las "empresas y profesionales intervinientes", desde el autor del proyecto hasta el promotor, pasando por los responsables de cada obra o reforma realizada.
Normas de uso
A continuación, en el segundo apartado figurarán "normas e instrucciones de uso, conservación y mantenimiento", se recogerá la presencia o no en el inmueble de ascensor, azoteas, protecciones y barandillas, suelos y revestimientos... Y se advertirá de las normas de mantenimiento del edificio y su puesta al día en materia de revisiones e inspecciones técnicas. Aquí quedarán plasmados también los datos de las distintas empresas instaladoras o suministradoras y el registro de las reparaciones efectuadas.
En la tercera parte del libro quedarán fijadas las "normas de actuación en caso de siniestro o en situaciones de emergencia" (fugas de gas, roturas de tuberías, fallos en el suministro eléctrico, incendios, inundaciones, explosiones, "vendavales", "gran nevada", "caída de rayo" e incluso "movimiento de la estructura sustentante"), mientras que el cuarto apartado recoge todos los documentos legales del edificio.
El procedimiento en el caso de pisos antiguos será distinto: la recogida y encuadernación de datos comenzará con la primera reforma realizada a partir de agosto. "De todas formas, ya hay muchos promotores que han incorporado el Libro a sus futuros inmuebles, aun sin estar obligados, porque saben que a la larga será un requisito importante y que los clientes lo reclamarán", explica un portavoz de la consejería.
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