131 pasajeros quedan atrapados 10 horas en un barco en Canarias

Una avería en el motor del jet-foil de Trasmediterránea que cubría a última hora del pasado sábado la línea Gran Canaria-Tenerife provocó que 131 personas quedaran atrapadas durante más de 10 horas en alta mar y entre olas de más de dos metros, mientras un barco de Salvamento Marítimo procedía a remolcar la embarcación hasta el puerto de Santa Cruz de Tenerife.El motor del jet-foil, una pequeña embarcación que navega sobre las olas a gran velocidad, se paró a las ocho de la tarde a 25 millas -unos 46 kilómetros- de Tenerife, una hora después de haber salido de Las Palmas. Los pasajeros, entre los que se encontraban 50 niños que participaban en una excursión, vivieron "momentos de pánico absoluto", según relató a la llegada a tierra una de las afectadas, que se quejó de que la tripulación nunca dio explicaciones claras de lo que estaba ocurriendo y se mostró incapaz de controlar la situación.

"Estábamos todos mareados y pensábamos que en cualquier momento podía volcar el barco. Esto ha sido lo peor que he pasado en la vida", contó la misma pasajera. La llegada del remolcador, más de dos horas después de que el jet-foil quedara a la deriva, tranquilizó un tanto los ánimos.

Rescate en helicóptero

Previamente un helicóptero de rescate se acercó a la embarcación para evacuar a dos personas que necesitaban atención médica urgente, una de ellos por problemas cardiacos y que pudieron ser atendidos mínimamente en el barco gracias a la presencia entre los pasajeros de una médico.

El difícil estado de la mar provocó que la operación de remolcado tuviera que realizarse lentamente, a una velocidad media de ocho kilómetros por hora, de tal forma que el jet-foil Princesa Teguise no llegó a puerto hasta pasadas las cinco de la madrugada, diez horas después de iniciar un viaje cuya duración normal es de 80 minutos. En el muelle esperaban decenas de familiares y amigos que pasaron la noche con poca información más de la que algunos pudieron obtener de los propios pasajeros a través del teléfono móvil.

El director del centro de Salvamento Marítimo Español en Tenerife, Tomás González, aseguró ayer que la decisión de no evacuar a todos los pasajeros era la más lógica, teniendo en cuenta que no existía peligro alguno para sus vidas dentro de la embarcación, al margen de la incomodidad por los intensos vaivenes producidos por las olas.

Según informaron fuentes de Trasmediterránea, éste es el segundo incidente de tales características que se produce en 17 años de funcionamiento del jet-foil en Canarias.