González dijo a Arzalluz que sin romper con EH no habrá diálogo con el PSOE
Felipe González y el líder del PNV, Xabier Arzalluz, hablaron el pasado 30 de mayo, sin agenda previa y sin afán de llegar a acuerdos, sobre la situación de Euskadi. Ambos constataron las diferencias que existen entre socialistas y peneuvistas, toda vez que los primeros, y con ellos el expresidente, consideran inadmisible el acuerdo del PNV con EH. Sin la ruptura del Pacto de Estella y la formación de una mesa de partidos democráticos, el PSOE no tiene nada de que hablar con el PNV, según transmitió González a Arzalluz.
La relación entre el exjefe del Ejecutivo y el dirigente del PNV, que data de hace más de 25 años, ha pasado por numerosos altibajos, con frecuentes encontronazos, tensiones y rupturas temporales.Xabier Arzalluz y el portavoz peneuvista en el Congreso de los Diputados, Iñaki Anasagasti, escucharon de González el pasado día 30 de mayo una posición irreductible respecto a la actual situación política que se vive en Euskadi: si el PNV sigue por "la senda de Estella", con el PSOE no hay nada de que hablar. Los portavoces consultados del entorno de Felipe González, pese a que señalaron que el ex líder del PSOE no tenía nada que comentar sobre esa reunión, sí dejaron claro que el exjefe del Gobierno se expresó con "firmeza" respecto a su rechazo al camino por el que transcurre el PNV desde que abandonó, después de muchos años, la vía de la unidad con los partidos democráticos para pactar con Euskal Herritarrok, las siglas electorales de Herri Batasuna (HB).
Estos mismos interlocutores tuvieron interés en precisar que, una vez que González recibió la petición de Arzalluz para mantener una reunión, de inmediato lo comunicó al presidente de la Comisión Política, Manuel Chaves, quien estuvo totalmente de acuerdo en que se mantuviera esa conversación, de la que también tuvo información el secretario general de los socialistas vascos, Nicolás Redondo Terreros.
En el mismo contexto, el presidente del Gobierno vasco, Juan José Ibarretxe, expresó su intención de mantener una reunión con Chaves, como máximo dirigente del PSOE. Días después, el pasado viernes, se concretó en una conversación telefónica entre Ibarretxe y el presidente de la Comisión Política del PSOE. Ambos dirigentes quedaron en celebrar una entrevista en los próximos días.
Una vez que ayer trascendió la existencia de la reunión entre Arzalluz y González el portavoz del PSOE, Máximo Díaz Cano, remachó que el expresidente expresó al dirigente peneuvista unas reflexiones "en plena sintonía con las defendidas por el PSE y por el PSOE".
En el PSOE se insiste en la "firmeza" de sus posiciones para evitar que las conversaciones que mantienen socialistas y peneuvistas puedan dar pie a interpretaciones erróneas, en la línea de que el PSE podría estar preparándose para asegurar la estabilidad del Gobierno del lehendakari, Juan José Ibarretxe, si rompe con Euskal Herritarrok.
Suave giro
Los socialistas vislumbran que el PNV "inicia un suave giro que puede configurar una curva que les aleje de Estella, pero muy lento", en expresión del portavoz de Interior socialista, Ramón Jáuregui.
El abandono del Acuerdo de Estella -firmado por partidos y sindicatos nacionalistas el 12 de septiembre de 1998, cuatro días antes de que ETA declarara la tregua- y la unidad de los partidos democráticos en torno a una nueva mesa o foro, desde luego con el Partido Popular, es el paso previo que los socialistas esperan que el PNV acepte antes de hablar de cualquier fórmula de gobierno. Asimismo, el PSE reconoce que una estrategia de aislamiento o "acorralamiento" del PNV tampoco les parece la adecuada.
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