Camacho: "Igual así se baja la euforia que nos rodea"

"Lo mismo este resultado viene bien para rebajar la euforia que nos rodea". José Antonio Camacho sacó una lectura positiva de la inesperada victoria por la mínima y atribuyó el mal juego de España al cansancio de sus jugadores, sometidos desde hace una semana a sesiones de entrenamiento muy exigentes en el plano físico. "Y no vamos a frenarnos y descansar antes de jugar un partido de entrenamiento ", dijo. Luego insistió en que su equipo sigue sin concretar las ocasiones, una observación que viene haciendo desde el partido contra Suecia del sábado pasado: "Nos sigue faltando gol, pero eso tampoco me preocupa, porque si hacemos ocasiones estoy tranquilo. Luego, si no marcamos..."Camacho camufló detrás de esta reflexión una cierta ansiedad. Porque el tiempo pasa y no advierte soluciones. Quizá el regreso de Raúl ante Noruega, en el partido inaugural de España en la Eurocopa, le devuelva la calma en este aspecto. En todo caso, el responsable de los goles ayer, Alfonso, se retiró del estadio Josy Barthel con aire sosegado. El único punta de la selección contra Luxemburgo se marchó rozando el pasotismo: "Los goles los vamos a meter cuando haga falta, hoy hemos jugado un partido de entrenamiento y nada más".

El técnico de Luxemburgo, Paul Phillipp, asumió la derrota de su equipo con un alarido. Tras pasarse los 90 minutos gesticulando y blandiendo sus papeles, el seleccionador local saltó al terreno de juego con los puños cerrados cuando escuchó al árbitro pitar el final. Su equipo había mantenido el tipo. España se había movido con lentitud. En la primera parte, casi siempre en su campo. Camacho explicó que su media punta se echó atrás y debió corregirlo para sacar a la selección de la cueva: "Valerón debería haber jugado más adelantado, y en el descanso le dije que se adelantara 15 metros por delante de Engonga". El caso de Valerón fue sintomático. Jugó mal, y con él, arrastró a todo el equipo hacia el limbo, comenzando por los interiores, que se quedaron desconectados. "Valerón se retrasó solo y eso fue lo que hizo el equipo en líneas generales, nos fuimos muy atrás y eso nos obligó a sacar el balón desde atrás, a comenzar las jugadas desde posiciones demasiado retrasadas", explicó Camacho.

La intensidad de los entrenamientos realizados en los diez días de concentración ha mermado la capacidad de los jugadores, según el técnico. Pero por lo visto, todo responde a un plan: "Ahora no nos podemos parar, debemos entrenarnos a tope, y el martes, antes del partido, hicimos ejercicios de juego corto, tocamos el balón muy rápido, y eso nos ha pasado factura. Pero no era cuestión de descansar antes de un partido que era de entrenamiento. Ya habrá tiempo de bajar el ritmo el sábado que viene, para descansar y hacer prácticas de mantenimiento después. Ahora lo importante es estar a punto el día de Noruega, el martes". Por su parte, Velasco, que jugó su primer partido después de semanas, no quiso admitir que el bajón del equipo se debió al cansancio: "A veces, cuando sales a jugar con un rival tan inferior, quieras que no bajas el ritmo, y el partido no se nos ha dado bien. Ha salido así y no hay más vuelta que darle".