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Un mundo al revés

A ver cómo se explica esto. En Madrid, el Gobierno, así como el propio Partido Popular y la patronal, se muestran muy optimistas en torno a la posibilidad de establecer un nuevo acuerdo de concertación social con UGT y CC OO.Estos, en cambio, auguran dificultades importantes. No lo ven tan fácil como el Ejecutivo de Aznar. Afrontan con muchas cautelas este nuevo capítulo del diálogo social ante las soluciones que se barajan para luchar contra la precariedad laboral, la creación de empleo, la reducción de los costes empresariales o el abaratamiento del despido.

Es más, tanto la Administración central como la CEOE muestran a las claras sus prisas por cerrar cuanto antes un acuerdo, tal y como lo vamos a comprobar esta semana, con nuevos llamamientos a la parte social para que se avenga a razones y colabore a que España siga yendo bien.

De modo que en Madrid los populares ponen algodones para alumbrar una nueva concertación social mientras que en Andalucía sitúan sus serias objeciones, no ya a que se proceda de igual forma, sino a que simplemente comiencen las negociaciones. No están de acuerdo, en definitiva, con que se fije un mínimo calendario hasta que no se cumplan, dicen, la totalidad de lo acordado anteriormente.

Por tanto, como se ve, lejos de favorecer un clima propicio para la convergencia de voluntades, como hacen en Madrid, aquí el PP anima poco menos que a la ruptura. Hasta la patronal andaluza siguiendo, esta vez sí, el guión al milímetro, se muestra más que nunca reticente bajo la excusa de la aplicación de la jornada de 35 horas. Está claro que en Andalucía vivimos un mundo al revés.

Otros ejemplos. La labor de oposición del PP en el Parlamento andaluz sorprendió a una relajada y despistada coalición de gobierno y vio cómo prosperaba su propuesta para que la designación del director general de la RTVA correspondiera a la Cámara. Ahora, los populares esperan que el presidente andaluz, Manuel Chaves, haga cumplir ese mandato. Otra cosa será lo que hagan sus compañeros de partido en el Estado y otras comunidades con sus respectivas radiotelevisiones públicas. Un mundo al revés.

Más todavía. Este lunes, Chaves informa a la Ejecutiva regional del PSOE del nuevo marco de relaciones que se ha fijado entre el Gobierno central y la Junta, y que parece presidido, de momento, por el diálogo y la voluntad de cerrar los temas pendientes entre ambas instituciones. Aquí el PP, si bien celebra esos nuevos aires, advierte que no está para milongas y recuerda que las soluciones que ahora se apuntan ya se plantearon en su día siendo rechazadas entonces por los socialistas. Eso sí que es contribuir a crear la atmósfera adecuada para que salga un consenso mínimo, lo contrario, precisamente, de lo que hace el Gobierno central. Un mundo al revés.

La casuística puede resultar interminable. Lo último puede ser lo relativo a la Ley de Cajas de Ahorros y las fusiones. Ahí está el serio pronunciamiento del secretario general del PP, Antonio Sanz, quien anuncia que no colaborarán en la renovación de los órganos de gobierno de las Cajas, conforme a una norma que carece de reglamento y que en parte está recurrida ante el Tribunal Constitucional. La actitud del PP amenaza con bloquear el proceso, hasta el punto que pone en evidencia la falta de capacidad de este Gobierno para sacar adelante uno de sus proyectos esenciales. Nada se podrá hacer sin los populares. En otras comunidades, recuerdan los socialistas, el PP hace y deshace a su antojo. Lo dicho, un mundo al revés.

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