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Una maratoniana sesión de pop convoca a miles de jóvenes en Valencia Festival 'Bienvenido el Verano' de la SER

Valencia Varios miles de jóvenes se dieron cita ayer en la Plaza de Toros de Valencia para celebrar calurosamente y a todo ritmo la llegada del estío. Bienvenido el verano 2000. Ese era el oportuno lema con el que se ha bautizado un festival organizado por Los 40 Principales de la Cadena SER, que cumple este año su segunda edición con el objetivo de consolidarse como "el mayor festival pop del año" hasta convertirse en una cita obligada para el primer sábado de junio de cada año. La cita de anoche confirma que es posible lograrlo.

La apuesta parece tremendamente arriesgada y ambiciosa, pero -vista la entusiasta respuesta del público congregado para la ocasión- no hay duda de que terminará afianzándose como una auténtica referencia para todos los aficionados a la música que domina desde lo más alto las listas de éxitos. Según el horario previsto, cuando el reloj marcó las nueve de la noche, el popular periodista radiofónico Tony Aguilar dio el pistoletazo de salida a una maratoniana sesión que debía prolongarse hasta pasada la medianoche. Tres horas y media para disfrutar con la música de un extenso y variopinto plantel de artistas "llegado desde un montón de partes del planeta", afirmó el presentador; casi una veintena de grandes figuras para constatar que hay vida más allá del fútbol, los exámenes y el Gran hermano. Afortunadamente. Al grupo Cambio Latino le tocó romper el hielo. No fue, sin embargo, una tarea difícil: contaban con uno de esos tórridos éxitos estivales incontestables (El baile del ocho) y, sobre todo, con el respaldo de un público infinitamente agradecido y volcado de antemano, dispuesto a corear cualquier estribillo, bailar hasta los ritmos más imposibles o rendirles una sincera ovación a Mikel Erentxun, quien, pese a figurare en el cartel, no pudo asistir debido a causas mayores: el nacimiento de su segundo hijo.

Después les llegó el turno a Guillermo (y el anuncio de que Carlos Jean, el productor de moda del momento, había decidido unirse a la fiesta), al alicantino Carlos Viza, El hombre gancho, Los Valencianos, Eleven, Some Time, Amaral... Ni un segundo de descanso, imposible retirar la vista ni un solo instante del escenario. Entre una actuación y otra, además, el maestro de ceremonias ataviado con su habitual estilo rapero-deportivo, agitándose espasmódicamente de un lado a otro del escenario y con ese ágil y vertiginoso verbo tan propio de los locutores de las radiofórmulas se esforzaba por aliviar los breves interludios sin ofrecerle una sola oportunidad al aburrimiento. El espectáculo total.

Un karaoke de proporciones descomunales. Un intenso e interminable videoclip escenificado en directo. O casi. Los artistas estaban ahí, en carne hueso, moviendo sus caderas sobre el escenario a tiempo real. Y, encima, al cierre de esta edición, lo mejor estaba aún por llegar. El verano puede sentirse satisfecho. ¡Menudo recibimiento!

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