Arenas alienta en Castilla y León el relevo de las 'viejas guardias' provinciales del Partido Popular

El secretario general del PP, Javier Arenas, abrió ayer el proceso de renovación de la vieja guardia de ese partido que aún domina sus resortes provinciales. Un relevo que debería culminar en los congresos del PP en el próximo otoño. Arenas aprovechó su asistencia a una convención de este partido en Castilla y León, pocos días después de que haya tenido que presentar su dimisión como consejero del Gobierno autonómico Jesús Mañueco -barón del PP en Palencia- para exigir una renovación de las estructuras provinciales de modo que nadie quede excluido o sin tener un papel.

El acto de ayer había sido convocado por el presidente de Castilla y León, Juan José Lucas, como una forma de recuperar pulso político después de quedar fuera, en contra de sus expectativas, del Ejecutivo de José María Aznar. El motivo oficial de la convocatoria era el de mentalizar a 600 cargos electos del PP para que preparen a Castilla y León ante el hecho de que en 2006 dejará de ser objetivo 1 de los fondos estructurales de la Unión Europea. Pero se cruzó en el camino la dimisión como consejero del Gobierno autonómico de Jesús Mañueco tras la denuncia de la fiscalía contra su hijo por presunto tráfico de influencias.Lucas, en su discurso de ayer, no aludió siquiera a ese asunto, y Mañueco prefirió no acudir a la convención y quedarse en Palencia, donde su abogado presentó las alegaciones a la querella de un hostelero por impago de dos banquetes. El letrado anunció que ejercerá acciones penales por falsa denuncia y testimonio contra el denunciante, gerente del restaurante del hotel Castillo de Monzón, cuyas acusaciones contra el hijo de Mañueco por tráfico de influencias han motivado una denuncia de la fiscalía.

Ante ese panorama, Arenas optó por inyectar apoyo a Lucas -"no es sólo patrimonio de Castilla y León, sino uno de los dirigentes más importantes del PP de España en el presente y el futuro"- y por exhortar a su partido a que no caiga en los errores del PSOE. Incluso pronosticó que si los socialistas siguen por la misma vía, el PP puede gobernar varias legislaturas más.

El número dos del PP advirtió a los dirigentes locales de su partido de que "no tiene sentido la relación con Génova [sede nacional del PP] de los dirigentes provinciales", y apremió a que la coordinación se produzca a través de los dirigentes regionales. Arenas considera que es Lucas el que debe poner orden, resolver la crisis y afrontar, en su caso, los problemas que desencadenaría una imputación de Mañueco si llega a ser senador por decisión del Parlamento castellano-leonés. Los responsables del PP en esa región han recibido instrucciones de no criticar públicamente la designación de Mañueco como senador, pero muchos la consideran un error. Algunos creen incluso que el PP debería relevarle también como presidente de los populares palentinos y formar una gestora que afronte con garantías los meses previos al congreso de otoño, donde en cualquier caso será relevado. Arenas dejó claro que los congresos provinciales no deben ser vistos como un "trámite o una rutina" y exigió que haya renovación y debate, "con la misma letra y la misma música en todas partes". Todo ello para demostrar a la sociedad que el PP es "capaz de renovar sumando, que no excluye a nadie y que nadie se quede sin papel".