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La Comunidad abrirá en 2001 un albergue para toxicómanos en la narcosala de Las Barranquillas

La Agencia Antidroga del Gobierno regional proyecta abrir en unos ocho meses un pequeño albergue para toxicómanos junto a la narcosala inaugurada el 24 de mayo pasado en el poblado marginal de Las Barranquillas. Así lo aseguró ayer el gerente de la Agencia, José Cabrera, que calificó de "éxito rotundo" esta primera semana de rodaje del dispositivo. Por la sala de venopunción han pasado ya 120 drogodependientes, unos 46 al día. La mayoría acude a pedir información y, de media, un 26% de ellos vuelve. Cabrera resalta que hay seis usuarios que utilizan este servicio todos los días.

El gerente de la Agencia consideró un logro que toxicómanos en una situación de total marginalidad confíen en el equipo de la sala de venopunción. "Esa retención terapéutica, que en otros programas no llega al 15%, es el primer paso para que estas personas entren en programas de desintoxicación o de metadona [sustitutivo de la heroína gratuito y bajo control médico]", señaló. Tres de cada cuatro toxicómanos atendidos han sido hombres, la mayoría treintañeros y con un consumo medio de 15 años. Casi todos viven en Las Barranquillas, porque han roto todos su lazos con familiares y amigos El miércoles 24 de mayo, día de la apertura de este dispositivo, fueron 52 los toxicómanos que acudieron a él. El jueves 25 de mayo se acercaron 41; el viernes, 46; el sábado, 59; el domingo, 48; el lunes, 30, y el martes, 49. El jueves fueron seis los toxicómanos que, habiendo utilizado ya la narcosala, volvieron a recurrir a ella; el viernes, el número de repetidores ascendió a ocho; el sábado, a 13; el domingo, a 19; el lunes, a 12, y el martes, a 14.

De las 1.220 atenciones prestadas (varias por toxicómano), 750 son peticiones de información; 251, intercambios de jeringuillas o de papel de plata para fumar heroína o cocaína; 174, venopunciones, y 43, curas santarias. Sólo dos toxicómanos han solicitado analizar la papelina que iban a consumir (dicho análisis, dada su inmediatez, sólo sirve para indicar qué drogas están presentes, pero no su cantidad). Los 20 profesionales de la narcosala han atendido ya dos sobredosis.

A partir de la experiencia de estos días, la Agencia va a cambiar el horario de la sala de venopunción. La próxima semana, en lugar de abrir de 9.00 a 21.00, lo hará de 10.00 a 22.00.

También se va a iniciar un estudio para evaluar las posibilidades de que funcione las 24 horas. En la última semana, en Las Barranquillas han fallecido dos toxicómanos por sobredosis durante la noche, cuando este servicio permanece cerrado. Otro de los proyectos a corto plazo es pedir al Plan Nacional sobre Drogas dos o tres todoterrenos de segunda mano, pertenecientes a los bienes decomisados a los traficantes condenados, para trasladar a los toxicómanos desde la zona de más trapicheo de Las Barranquillas hasta la narcosala, situada a un kilómetro.

Metadona

No se descarta tampoco iniciar un programa de dispensación de metadona, aunque sobre él no se dan fechas. Respecto a la dispensación terapéutica de heroína, Cabrera manifestó sus dudas sobre la eficacia de un proyecto de este tipo y añadió que antes lo debe aprobar la ONU.

Sin embargo, el diputado del PSOE-Progresistas en la Asamblea de Madrid Eduardo Sánchez-Gatell sostiene que para un ensayo clínico de este tipo, que él reclama, no es necesario el permiso de la ONU, según la agencia Efe. Sánchez-Gatell insistió en que su grupo "no valorará balances precipitados y disparatados" sobre esta primera semana de la narcosala. Por su parte, la portavoz regional de IU en temas sociales, Caridad García, exigió a Cabrera "mayor rigor y tiempo para analizar la situación".

El albergue previsto junto a la narcosala para el primer trimestre de 2001 irá dirigido a los toxicómanos que malviven en Las Barranquillas en tiendas de campaña y chabolas. La necesidad de un cobijo de este tipo se ha comprobado en La Rosilla, otro hipermercado de la droga en desmantelamiento, donde el centro abierto hace dos años para que los drogodependientes puedan recibir asistencia sanitaria, social y jurídica, ducharse y comer ha tenido que instalar camastros. Este recinto, abierto las 24 horas, no nació como refugio, pero desde diciembre empezó a dar cobijo a las decenas de drogodependientes que dormían en tiendas de campaña o a la intemperie.

En dos meses, dicho centro será trasladado a Las Barranquillas y en ocho se abrirá el albergue. Ambos recursos se instalarán en la antigua vaquería que alberga en su patio la narcosala.

¿Significa esto que se va a crear un gueto para toxicómanos con todos los servicios, menos la dispensación de drogas?, preguntó este periódico. Cabrera lo negó: "El objetivo es atender a estas personas allí donde malviven, que es en Las Barranquillas, pero no para que se queden allí para siempre, sino para acercarlas a la red normalizada de albergues y atención social".

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