_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Necesidades

Las necesidades personales son muy traicioneras. Se puede uno pasar a vida coleccionando sellos sin saber que lo de verdad necesita son alfileres de colores o natillas con clara montada o un bonsái. Pero además da igual, porque como necesitamos necesidades y nos las meten por los poros y ya no sabemos qué hacer con ellas, lo mejor es aguantarlas estoicamente, sin caer en la tentación de removerlas para no atizarlas, como a las ascuas del fuego. La excepción sería un libro; un buen libro no te traiciona ni te confunde.Alguna que otra vez, ya sea por indisposición mental, hormonal o de cualquier órgano atravesado por la emoción, caemos en un estado de sensibilidad tan de mírame y no me toques que la menor omisión, olvido o desatención ajena desencadena una hecatombe. Son momentos de necesidades de igual tamaño y radicalidad, o sea, desbocadas, como pudiera ser el éxito, la fama o el amor desinteresado, henchidor y estimulante de todo el mundo. Y como independientemente de la causa, el efecto es pura fantasía, el remedio debe ser otra ficción capaz de barrer el desaliento: ¿qué otra cosa sino un libro?

También existen momentos de felicidad, en los que no se necesita nada de nada, pero sí debe uno pararse a pensar en lo que tenemos, para estirarlo y protegerlo lo más posible. Bueno, pues también para empezar a pensar no hay mejor recurso que el del repetido libro. En cualquier caso conviene seleccionar la historia en la que uno se va a meter, no es cuestión de coger lo primero que te den, como pasa con la televisión. Ha de ser literatura que nos interese y, a ser posible, que nos admire, con sentido del humor para que nos arranque la sonrisa, con algún tipo de realidad para que nos identifiquemos, con ingenio para que nos sorprenda, con sorpresas para que nos atrape el gusanillo y con ternura para que nos emocione.

¿Quién ha oído hablar de un amor aéreo, vertical, que apenas dura una décima de segundo? No quiero dar más pistas ni contar la película. Ya sólo queda decir a qué libro sanalotodo me refiero. Lo escribió Hipólito G. Navarro y se llama Los tigres albinos. Es sorprendentemente bueno.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_