Los sindicatos proponen a Aznar medidas contra la precariedad

Los sindicatos se marcan como prioridades para el próximo diálogo social frenar la contratación precaria, reducir la jornada laboral y aprovechar el periodo de crecimiento de la economía para mejorar la protección social. Esas conclusiones de la reunión mantenida ayer por las direcciones de CCOO y UGT serán comunicadas este jueves al presidente del Gobierno, José María Aznar, en el inicio formal del diálogo, en el que no admitirán que se impongan urgencias o límites temporales.

Los secretarios generales de CCOO y UGT, José María Fidalgo y Cándido Méndez, mantuvieron ayer un encuentro junto a dos amplias delegaciones de sus ejecutivas para concretar la estrategia futura. Uno de los compromisos alcanzados es elaborar "un programa sindical unitario para un plazo de dos años", que quiere elaborar para el próximo otoño.De cara al inminente diálogo que se abre este jueves en su encuentro con el presidente Aznar, las centrales se proponen iniciarlo con "un balance sosegado" de anteriores acuerdos, dado que para UGT y CCOO se trata de "una continuación" del proceso negociador de la anterior legislatura. También van a plantear al Gobierno que no marque límites temporales ni exija que debe concluir al final de este año, como hizo José María Aznar en su discurso de investidura. Méndez prevé que la discusión puede empezar a obtener frutos en la primavera del año 2001, y Fidalgo ve difícil concluir antes, "salvo que ocurra un milagro", y el Ejecutivo acceda, por ejemplo, a extender los derechos subjetivos de los parados de larga duración con cargas familiares.

Contrataciones

Entre los puntos que consideran pendientes de la anterior legislatura, los sindicatos colocan en primer lugar frenar la contratación temporal, que, según Fidalgo, es excesivamente elevada debido a "los empresarios que la utilizan bordeando la legalidad o incumpliendo la ley". Sobre contratación fija, él y Méndez afirman que está funcionando "razonablemente bien" desde los acuerdos de 1997, y no van a aceptar "ninguna discusión que suponga abaratar el despido".

Una advertencia dirigida tanto al Gobierno como a la patronal, que los sindicalistas acompañaron de unas peticiones expresas al presidente Aznar: "Que se corresponsabilice del diálogo y si hay escollos busque alternativas; que pilote las negociaciones, pero sin actuar como juez y parte desequilibrando el banquillo".

Otros debates prioritarios son afrontar el problema de la siniestralidad; culminar la separación de fuentes de financiación de la Seguridad Social, y abordar la reorganización y reducción de la jornada laboral, tema que reclaman como pendiente de los acuerdos de 1997. En cuanto a la reducción de cuotas sociales, únicamente la aceptarán de forma selectiva a favor del contrato fijo, y una vez se dote el fondo de reserva de las pensiones y "se ataque la reducción drástica de la contratación temporal", penalizando sus cotizaciones.

Méndez y Fidalgo también propondrán a Aznar que abra consultas periódicas para tratar temas como la construcción europea y las grandes cuestiones de política económica con impacto para los trabajadores.