Los clubes rompen con la FIBA
Los principales equipos del continente crean una nueva Liga independiente que comenzará a disputarse la próxima temporada
La separación de los principales clubes europeos de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) se consumó ayer con la aprobación de una nueva Euroliga independiente, que empezará a disputarse a partir de la próxima temporada fuera de las estructuras oficiales.Veinticuatro horas después de que la FIBA ratificase en Antalia (Turquía) la reforma de todas sus competiciones y la puesta en marcha de la Suproliga -nombre que le ha dado a la máxima competición continental-, la Unión de Ligas Europeas (ULEB), los campeonatos nacionales de España, Italia y Grecia y sus equipos más poderosos, ratificaron en Barcelona su marcha de la Federación Internacional y la organización de un campeonato propio cuyos detalles se conocerán más adelante.
Cinco clubes griegos (Olympiakos, Panathinaikos, AEK Atenas, PAOK y Peristeri), cuatro italianos (Kinder Bolonia, Fortitudo Bolonia, Varese y Treviso), cinco españoles (Real Madrid, Barcelona, Estudiantes, Tau Vitoria y Caja San Fernando), miembros originales del G-14, así como el Olimpia Liubliana, el Zalguiris Kaunas y el London Towers, firmaron un documento comprometiéndose a jugar la competición. El Alba Berlín, campeón de Alemania, y un representante del Campeonato Nacional Francés (LNB) asistieron a la reunión, pero no firmaron el documento en el que todos los demás clubes se comprometen a abandonar la FIBA y jugar un torneo propio.
Garantía bancaria
Estos clubes presentarán el próximo 9 de junio, también en Barcelona, una documentación bancaria como muestra de su compromiso con el nuevo proyecto. Todos ellos presentarán un aval por un millón de dólares (unos 185 millones de pesetas) que perderán si, finalmente, no cumplen el compromiso de integrarse en la Euroliga de la ULEB.
La ruptura con la FIBA se produce después de que los principales clubes del continente fueran informados sin previo conocimiento de que la Federación Internacional iba a centralizar todos los derechos de televisión y de marketing en la Suproliga.
La FIBA, que dirige desde su cargo de secretario general el yugoslavo Borislav Stankovic, vendió esos derechos a la firma ISL por unos 3.800 millones de pesetas. Los clubes consideran que la FIBA actuó de una forma impropia al no haberles consultado previamente y que además se apropió de unos derechos que hasta ahora les pertenecían vendiéndolos, además, por una cantidad muy inferior a la que consideran que se puede obtener. Los clubes intentaron negociar con la FIBA, que se ha mantenido inflexible. Estaban dispuestos los principales clubes a continuar como hasta ahora, gestionando de forma particular la venta de los derechos de retransmisión de sus partidos con cada una de sus respectivas televisiones. Principalmente griegos, turcos y españoles logran ingresos muy superiores a los de otros muchos países en base a esa venta de sus derechos televisivos.
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