'HAPPY HOUSE' / LA 2 ¿Estrellas o bombillas?
La fiebre del sábado noche no está hecha para La 2 de TVE. A una hora que no admite excusas, este canal estrenó Estrellas (Happy House), una serie supuestamente juvenil e irreverente. Dos parejas heterosexuales de aspirantes a actores entrecruzan su destino durante las pruebas de acceso al Instituto del Teatro de Barcelona y convierten sus respectivas peripecias en una mina para situaciones y enredos. El planteamiento recuerda el de Fama, pero, como las comparaciones son odiosas, mejor me callo. Aquí la gasolina narrativa es el humor, un humor desenfadado, a tono con el vestuario, chillón, de los protagonistas. ¿Que quiénes son? Por un lado, un mimo callejero teóricamente simpático y algo infantil, y su novia, menos pánfila de lo que parece. Y por otro, un ex estudiante de medicina metido a okupa y con un físico ideal para anunciar calzoncillos Calvin Klein, y su novia, anaconda sexual a tiempo parcial pero, en el fondo, sensible y talentosa.Alrededor de este núcleo duro protagonista pululan la amiga separada, los profesores y la feliz casa okupada, el santuario donde se cuecen las habas. Títulos de crédito almodovarianos, un guión que busca dinamismo y caña a base de una estructura fragmentada, cierto cinismo sano y una fauna juvenil que quizás exista en el manual del perfecto joven enrollado de fin de siglo, lector de Tom Sharpe y Valentina, amante del cine independiente, y con una moral y una educación a prueba de movidas sentimentales. ¿Real? Para nada. Pero así como muchas situaciones de un montón de series tampoco lo son, en obras como Friends, Siete vidas o Plats bruts (en TV-3) funcionan. Por el contrario, en Happy House (ése es su título original) ni siquiera se toman la molestia de ser verosímiles. Tópicos a granel, diálogos frágiles y ese erotismo de camiseta ajustada que, a falta de otra cosa, permite entretenerse visualmente, ora con los contoneos de una protagonista que sufre las deficiencias de su personaje, ora con unos abdominales tipo tableta de chocolate. ¿Aciertos? No haber añadido risas de lata (gracias) y lograr cierto retrato de costumbres de los aspirantes a actores y algún que otro momento de complicidad generacional. Si se rompen la pierna y tienen que quedarse en casa el próximo sábado y sólo funciona La 2 de TVE y no pueden moverse del sofá, véanla.
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