Muere al caer al vacío un hombre buscado por matar a su novia
Antonio Sánchez Garrido, de 31 años, que supuestamente mató hace tres días en Santa Cruz de Tenerife a su novia -la venezolana Adoración Méndez, de 29-, murió ayer al caerse de un andamio de forma accidental en la calle de la Reina desde 7 metros, según los primeros indicios.
El homicida destrozó la cabeza a su novia al golpearle con una olla
Antonio Sánchez acabó con la vida de su novia, Adoración Méndez Rodríguez, venezolana de 29 años, que trabajaba en una empresa de seguridad, golpeándola con una olla exprés en la cabeza, a las 21.45 del martes pasado. Luego le cubrió la cabeza con una bolsa de plástico, según la policía. El crimen sucedió en un apartamento de un complejo hotelero de la zona de Fañabé, en San Eugenio, en la playa de Las Américas, de Santa Cruz de Tenerife. El portero del edificio declaró al periódico canario El Día que vio a Sánchez abandonar solo el domicilio hacia las 23.30, dos horas después del crimen.Antes de abandonar el apartamento, Sánchez se arrepintió de lo que acababa de hacer y dejó una nota en la que reconocía la autoría del crimen, pedía perdón a la familia de Adoración e incluso anunciaba su intención de quitarse la vida, según la policía. Esa misma madrugada, Sánchez huyó de la isla. Compró un billete de avión y voló con destino a Madrid. En el vestíbulo del aeropuerto de Tenerife, dos policías locales del municipio de Arona hallaron el carné de identidad de Adoración Méndez. Se lo llevaron a su madre, que ya había denunciado la desaparición de su hija. La madre les dijo que si su hija se hubiera marchado la habría avisado porque no tenía ningún motivo para irse a escondidas. El temor de que algo grave pudiera haberle ocurrido tomaba fuerza.
Una hermana de la víctima avisó a la Guardia Civil y acudió al apartamento del homicida el miércoles, el día después del crimen, con dos agentes. El coche de Antonio Sánchez no estaba en el aparcamiento y nadie respondía al timbre. La hermana de Adoración se coló en el domicilio por un balcón y descubrió el cadáver, tendido en un sillón, con la cabeza cubierta con la bolsa de plástico y las paredes salpicadas de sangre.
El cadáver presentaba, además de golpes en la cabeza, la ropa desgarrada y heridas en los brazos y las manos, pistas que los investigadores interpretaron como evidencias de que la mujer se resistió antes de morir, según el diario canario El Día.
Antonio Sánchez huyó en avión a Madrid. Cuatro días después del crimen se precipitó al vacío desde un andamio de unos siete metros de altura. Su cuerpo quedó tendido en mitad de la calzada, ante el número 2 de la calle de la Reina. Los médicos del Insalud acudieron para atenderle, pero cuando llegó la ambulancia ya estaba muerto.
"Era un hombre de cabello rubio, que llevaba una coleta, y estaba tumbado boca abajo, rodeado de sangre", explicó ayer un vecino que asegura que vio el cuerpo. El único testigo que presenció la caída de Sánchez explicó a la policía que no vio a nadie más en el andamio, por lo que todos los indicios apuntan a que resbaló y cayó accidentalmente.
"Oí un estruendo tremendo"
La empleada de una tienda de estética explicó que, hacia las nueve de la mañana, oyó un fuerte golpe frente a la puerta del local: "Acababa de abrir la tienda y estaba sentada cuando oí un estruendo tremendo, pero pensé que venía de la obra que hay aquí al lado", añadió. "Luego me asomé y ya vi el cuerpo tendido en la calle", agregó.
En un primer examen del cadáver, la policía advirtió que Sánchez tenía cortes en el cuello. Pero no eran recientes. Según la primera hipótesis policial, se los hizo la novia durante la pelea que mantuvieron el pasado martes, antes del homicidio.
El supuesto homicida contaba con varios antecedentes policiales por delitos contra el patrimonio en diversas localidades: robos y atracos en la Costa del Sol, Melilla y Santa Cruz de Tenerife. Además se le imputa un presunto delito de tráfico de drogas y estaba en busca y captura por una orden emitida desde la comisaría tinerfeña de la playa de las Américas en relación con la muerte de su novia.
El andamio del que cayó Sánchez cubre toda la fachada del inmueble de una esquina de las calles de la Reina y de Hortaleza. El edificio está abandonado desde hace años. Sólo está ocupado en la planta baja por cinco comercios. La propietaria de uno de ellos, Carmen Fernández, que regenta una farmacia, afirmó ayer que el inmueble era la antigua sede del Círculo de la Unión Mercantil. "Pero en los últimos 10 años se ha ido desocupando progresivamente, hasta que se ha quedado vacío", añadió.
"Lleva un año y medio cubierto por el andamio y ahora sirve de refugio a indigentes de la zona", comentó. Fernández aseguró que el andamio sirve de escalera para colarse en el inmueble y acceder al interior de los establecimientos para robarlos. "A mí me han robado dos veces en los últimos dos meses, una durante un fin de semana de abril y la otra en un puente largo de mayo. Se colaron por el interior del edificio y entraron en la farmacia por el servicio, descolgándose por las cañerías", explicó la farmacéutica.
Por otro lado, Ewa E. S., de 41 años, fue detenida ayer en Móstoles por asestar una puñalada en el pecho, con un cuchillo de cocina, a su novio Slawomir R, de 34 años. El hecho se produjo durante una discusión en un piso del número 6 de la calle del Pintor El Greco. El arma, con restos de sangre, estaba guardada en un cajón. La mujer admitió la autoría de la puñalada pero no dijo por qué lo hizo. Slawomir fue ingresado en un hospital.
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