Serra informó al presidente del acto militar en marzo

El entonces ministro de Defensa, Eduardo Serra, llamó por teléfono a Jordi Pujol a principios del pasado mes de marzo para comunicarle que el Gobierno había tomado la decisión de celebrar mañana en Barcelona el desfile conmemorativo del Día de las Fuerzas Armadas.Fuentes del anterior equipo directivo del departamento indicaron que Serra telefoneó sucesivamente a Pujol y al alcalde de la ciudad, Joan Clos, y que ninguno de los dos puso ningún reparo a esta decisión.

Las fuentes consultadas indicaron que las dos llamadas se produjeron en vísperas de las pasadas elecciones generales, inmediatamente después de que se tomara la decisión, formalizada en una directiva que el jefe del Estado Mayor de la Defensa, general del Aire Santiago Valderas, firmó el 8 de marzo.

No hubo, por tanto, insistieron las mismas fuentes, falta de información institucional a la Generalitat, salvo que se considere que ésta sólo puede plasmarse mediante un escrito y no a través de una llamada personal del ministro de Defensa.

Lo que sí es cierto, agregaron, es que no se consultó con Pujol ni con Clos la decisión de celebrar el desfile, sino que se les comunicó a posteriori, por considerar que se trata de una competencia exclusiva del Gobierno. La situación de interinidad en que vivió el Ministerio de Defensa a partir del 12 de marzo hizo que no se volviese a retomar el asunto hasta que tomó posesión su nuevo titular, Federico Trillo-Figueroa, ya a finales del mes de abril.

La decisión de llevar a Barcelona los actos centrales del Día de las Fuerzas Armadas empezó a gestarse el pasado verano. Tras examinar otras alternativas -como Canarias y Cádiz-, Serra se inclinó por la capital catalana y así lo propuso al presidente José María Aznar, quien dio su conformidad.

A favor de celebrar el acto militar en Barcelona pesó el hecho de que hiciera 19 años, desde mayo de 1981, que no se celebraba ninguno en esta ciudad. Lo que no se consideró en ningún momento, admiten las mismas fuentes, es la contestación social y política que podía generar. Inicialmente, estaba previsto celebrar el desfile en Colón, junto al puerto, con el objetivo de que interviniesen simultáneamente unidades aéreas, terrestres y navales, pero razones técnicas aconsejaron cambiarlo a la Diagonal, primero, y a Rius i Taulet ya a última hora.

En 1997, a sugerencia del Rey, se decidió trasladar al 12 de octubre, Fiesta Nacional, el desfile que tradicionalmente se celebraba en el Día de las Fuerzas Armadas, que se lleva a cabo el sábado más próximo al 30 de mayo, festividad de San Fernando. Este segundo no desapareció, pero quedó notablemente disminuido y se hizo itinerante. En 1998, sólo unos centenares de soldados desfilaron en A Coruña. Sin embargo, en 1999, sin ninguna explicación, empezó de nuevo a crecer y un millar de militares, acompañados de buques y aviones, participaron en la parada militar de Cartagena. Mañana, en Barcelona, desfilarán 1.500 soldados, más de 90 vehículos y 30 aeronaves.