La prueba balística apuntala la tesis del suicidio de la mujer de Vallecas
La prueba de balística efectuada al cuerpo de María del Carmen Pérez, Mayka, la mujer de 30 años fallecida el pasado viernes en su piso de Vallecas con un tiro en la cabeza, confirma la hipótesis del suicidio que apuntaba el primer análisis pericial. El disparo que acabó con la vida de la mujer se efectuó ante un espejo, según la policía, lo que refuerza la idea de que la fallecida apretó el gatillo de la pistola que la mató.
El titular del Juzgado número 14, Carlos Valle, que instruye el caso, citó ayer en el juzgado a los agentes encargados de la investigación. Hoy acudirán a las dependencias judiciales las amigas íntimas de Mayka, que se resisten a creer en la teoría del suicidio. Sus compañeras aseguraron ayer a este diario que el policía, según les contó Mayka, la maltrataba.Según las pruebas de balística, la mujer cogió la pistola con la mano derecha y se apuntó en la sien. El cañón del arma de fuego tocaba la piel, según el impacto de la vaina y de las estrías marcadas. La bala atravesó el cráneo, que presentaba orificio de entrada y salida. La investigación también ha revelado que el disparo se efectuó ante un espejo, lo que refuerza la hipótesis del suicidio.
Estas conclusiones ratifican el resultado de la prueba de la parafina, que descubrió que sólo había restos de pólvora en la mano derecha de la mujer. Su novio, Ángel A. F., un policía de la Comisaría General de Información, explicó que encontró muerta a su novia en su piso de Vallecas después de que ambos mantuvieran una fuerte discusión en el salón de la casa. Tras la riña, el policía instó a la víctima a que recogiera sus cosas y se marchara de la vivienda. Ella entró al dormitorio, y mientras hacía sus maletas, vio la pistola, con la que se efectuó el disparo, según han determinado hasta ahora los investigadores. El agente, de 32 años, también pasó la prueba de la parafina, sin que se hallaran en su cuerpo restos de munición de su arma reglamentaria, con la que supuestamente se suicidó Mayka.
Sin huellas
Las mismas fuentes precisaron que en el arma reglamentaria del policía, con la que se efectuó el disparo, no se han encontrado huellas de ninguno de los dos, ya que la culata de la pistola es de goma. Respecto a la trayectoria del proyectil, aclararon que es muy difícil conseguir matar a una persona obligándola a que se dispare a cañón tocante (con el arma en contacto con la piel). Además, sospechan que si el novio de la joven la hubiera obligado a dispararse se habrían encontrado en el cuerpo de la chica signos de lesiones producidas al resistirse, al menos en su muñeca.
El portavoz de la familia de María del Carmen aseguró que las pruebas periciales no son concluyentes, ya que pueden ser falseadas. "Hemos consultado a forenses y expertos. Todos coinciden en que para alguien que conoce bien las armas, como Ángel de A. F, es muy fácil manipular la prueba". "A esta circunstancia se añade que el novio de la víctima estuvo entre una y tres horas a solas con ella en su domicilio de Vallecas. No sabemos qué pasó durante ese tiempo, desde que murió María del Carmen hasta que llegó la policía", agregó.
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