_
_
_
_
_
BALONMANO - FINAL DE LA LIGA ASOBAL

El Barça consuma el pleno con un 3-0 y su séptimo título del año

Robert Álvarez

Nadie les puede ganar. Cada día que pasa, cada victoria que logran, cada título que añaden a su vitrina escriben una nueva página en una leyenda en la que no se adivina el final. Ayer en Pamplona volvieron a superar a un equipo extraordinario y entregado a la labor como el Portland San Antonio, apoyado por un público de lo más entusiasta. Pero nada puede frenar al Barça. Se trata de un equipo omnisciente. Todo lo hace bien. Derrocha calidad, pero no cae en la soberbia, sabe encontrar jugada a jugada la forma de superar las mil y una dificultades que le presenta el rival, no cae en la soberbia, es tenaz hasta la desesperación para quien se opone a él, es un equipo como no se ha visto en décadas, ni en el mundo del balonmano ni en el de casi ningún otro deporte. Así y sólo así se entiende cómo fue capaz ayer de cerrar el telón de la temporada ganándole por la vía rápida a un rival de la entidad del Portland, cerrando la final con un insuperable 3-0, sumando su quinto título de Liga consecutivo y su séptimo título de la temporada, o lo que es lo mismo, todos aquellos en cuantos ha participado, incluida una sexta Copa de Europa que ningún otro equipo ha sido capaz de ganar.El Barça ganó ayer porque estuvo mucho más entero físicamente y porque no tuvo que acarrear con el discreto estado de forma de varios jugadores como tuvo que hacerlo el Portland. Y aún así, el equipo de Pamplona volvió a acercarse a la hercúlea tarea que se había propuesto. Durante 35 minutos los dos equipos se dieron tanto como recibieron. No había quien abriera brecha. Se llegó al empate a 15 sin que nadie fuera capaz de haber marcado una diferencia de dos goles. Una demostración de hasta qué punto se estaba jugando al límite. Villaldea y Barbeito martirizaron a los centrales del Barça. Pero al Portland, a pesar de que Olalla tomó el relevo por momentos, le faltó mayor variedad de recursos, entre otras cosas porque Garralda llegó extenuado a este partido y poque Jakimovic y Kisselev apenas existieron. El Barça no perdonó. Desde que se adelantó en el marcador, coincidiendo curiosamente con una exclusión de Lozano, ya fue imparable y en los momentos finales Chepkin martirizó a la defensa pamplonica. El Barça ganó de forma majestuosa, como lo hace casi siempre, añadiendo puntos suspensivos a una leyenda que sigue abierta.

PORTLAND 23 BARCELONA 25

Portland: Norklit (Buligan); Mainert, Olalla (4), Villaldea (6, uno de penalti), Kiselev, Errekondo (1), Barbeito (6, uno de penalti); Garralda (3), Iakimovic (2).Barcelona: Svenson (Barrufet); Guijosa (3), Chepkin (4), Cavar (4, dos de penalti), Bustos (1), Lozano (2), Ortega (2); Masip (6), Urdangarín (2), Schwarzer (1) y O'Calaghan. Árbitros: Gallego y Lamas. Pabellón Universitario de Pamplona. Lleno absoluto. Unos 3.000 espectadores en las gradas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_