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Adiós al azote de la Casa Blanca

Helen Thomas no se jubila: dimite. Si la decana de los corresponsales en la Casa Blanca dice adiós al puesto a los 79 años es tan sólo porque UPI, la agencia para la que ha trabajado durante 57 años, ha caído en malas manos, las de un grupo de prensa fundado por la Iglesia de la Unificación, más conocida por el nombre de su líder, el reverendo Sun Myung Moon. Trabajar para la secta Moon es demasiado incluso para el estómago de hierro de una Thomas que ha interrogado sin la menor complacencia a ocho presidentes consecutivos de Estados Unidos, incluyendo al tramposo republicano Richard Nixon y al pícaro demócrata Bill Clinton.No exagera un ápice Arnaud de Borchgrave, el consejero delegado de UPI, al calificar a Thomas de "leyenda" en el comunicado en el que lamenta su dimisión. Nadie recuerda muy bien en Washington desde cuándo la corresponsal de UPI efectuaba ritualmente la primera pregunta en las conferencias de prensa del presidente o su portavoz; una apertura del tiroteo a la que tenía derecho en su calidad de decana del cuerpo de prensa.

"Durante los últimos 40 años, los presidentes han venido y se han ido, pero Helen siempre ha estado aquí", dijo ayer Bill Clinton. "La verdad es que me sentiría más confiado en la marcha de los asuntos de EE UU si Helen empleara todavía algún que otro tiempo en la Casa Blanca", añadió. Thomas fue uno de los artistas invitados del vídeo humorístico difundido hace poco por Clinton. En la cinta, Thomas dormita en el centro de la primera fila de la totalmente vacía sala de prensa de la Casa Blanca cuando Clinton, de pie detrás del atril, se dirige a ella: "Helen, ¿no tiene usted ninguna pregunta?". La reportera abre los ojos y, sorprendida, le pregunta a Clinton: "Todavía está usted ahí?".

Pues sí, Clinton sigue ahí, pero ya no Thomas. Con elegancia, la periodista se ha despedido con el siguiente comunicado: "United Press International es una gran agencia de noticias. Ha dejado una gran huella en los anales del periodismo norteamericano y un magnífico legado para los futuros profesionales. A sus nuevos propietarios les deseo lo mejor, grandes historias y aterrizajes felices". Tras pasar por muchas manos en sus últimas dos décadas de penosa decadencia, UPI ha caído ahora en las de la empresa fundada por el reverendo Moon y editora del diario populista The Washington Times. Demasiado para Thomas. Nacida en Lexington (Kentucky) en 1920, hija de inmigrantes libaneses, Thomas se incorporó a UPI en 1943, en plena II Guerra Mundial. En 1959 dirigió el grupo de mujeres periodistas que obligó al entonces misógino National Press Club de Washington a dejarles cubrir un discurso del líder soviético Nikita Jrusshov. Cuando el National Press Club aceptó finalmente que las mujeres pudieran ser miembros, en 1971, Thomas se convirtió en su primer dirigente femenino.

Su primera misión periodística relacionada con la presidencia norteamericana fue la cobertura de las elecciones de noviembre de 1960, que dieron la victoria al demócrata John Kennedy. Desde entonces, Thomas hizo de la Casa Blanca su verdadero hogar. Sus preguntas inteligentes y su irreverente tono en las conferencias de prensa le valieron pronto una reputación de periodista dura. En 1972 ya llevaba la voz cantante y Nixon la eligió como el único representante de la prensa escrita que le acompañó en su histórico viaje a China. Durante los lustros siguientes, nadie le disputó a Thomas el derecho a efectuar la primera pregunta y a dar por terminadas las conferencias de prensa con la fórmula: "Gracias, señor presidente". "Esta sala no volverá a ser la misma sin Helen sentada en la silla de UPI", dijo ayer Joe Lockhart, el portavoz de la Casa Blanca. "La Casa Blanca sobrevivirá probablemente, pero no UPI", dijo el veterano Sam Donaldson, de la cadena televisiva ABC. "Helen era lo único que quedaba de UPI".

Thomas le apretó las cuerdas al republicano Nixon en los tiempos de Watergate, pero tampoco fue tierna con el demócrata Jimmy Carter. Y a Clinton lo torturó durante meses cuando cada vez que convocaba una rueda de prensa para hacer propaganda de alguna iniciativa ella abría el baile con una pregunta sobre Monica Lewinsky. El pasado año, Thomas publicó su libro de memorias con el título Primera fila en la Casa Blanca. Ahora planea escribir otro libro y quiere comenzar una carrera de columnista y conferenciante.

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