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FÚTBOL Una final de la Copa de la UEFA teñida de violencia

Agónica victoria del Galatasaray

El Arsenal cae en los penaltis y Turquía logra el primer título europeo de su historia

GALATASARAY 0 / ARSENAL 0El Galatasaray de Estambul se convirtió ayer en Copenhague en el primer equipo turco que consigue un título europeo al derrotar al Arsenal en la final de la Copa de la UEFA. El triunfo del equipo turco llegó en la tanda de penaltis después de terminar el partido con empate a cero. En los lanzamientos fallaron Suker y Vieira por el equipo inglés (acertó Par- lour el suyo), mientras que por el Galatasaray no falló nadie.El Galatasaray, aupado en su centro del campo, tomó el control del partido. Los ingleses, incapaces de darle una salida limpia al balón, aguantaron los primeros 20 minutos replegados en su campo, con las rápidas contras de Overmars como único argumento. Fueron pasar los minutos, bajar los turcos la intensidad de sus primeros embates, y venirse arriba los ingleses, que en su banda izquierda tenían un pasillo. Silvinho y, sobre todo, Overmars, ganaban en velocidad una y otra vez a los defensas del Galatasaray, que era ahora el que esperaba agazapado su oportunidad.

Galatasaray: Taffarel; Capone, Popescu, Bülent, Ümit; Hagi, Suat (Hasan, m

95), Okan (Hakan Ünsal, m.83), Arif (Ahmet, m.95); Hakan Sükür y Ergün.Arsenal: Seaman; Dixon, Adams, Keown, Silvinho; Parlour, Petit, Vieira, Overmars (Suker, m.115); Henry y Bergkamp (Kanu, m.75). Árbitro: López Nieto (España). Expulsó con roja directa a Hagi (m.94). Amonestó a Okan, Bülent, Vieira, Keown, Arif, Popescu, Capone, Adams, Hasan. El Galatasaray ganó la Copa de la UEFA al imponerse por 4-1 en la tanda de penaltis. 38.919 espectadores en el Parken Stadium de Copenhague.

En realidad así fue el partido, de ida y vuelta, bastante gris y sosón a excepción de unos cuantos fogonazos de clase. Sólo mediada la segunda parte, cuando las fuerzas menguaron y el tiempo acababa, se olvidaron todos del oficio y empezó a abrirse el partido. Fue el momento de Hagi, de Henry, de Sükür, de Kanu... de los buenos. Pero, a pesar de serlo, tenían el punto de mira tan desviado como el resto, y al final fueron los penaltis los que decidieron.

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