El Gobierno de CiU dio la red de enlaces a ACESA para evitar que cayera en manos no catalanas
El Gobierno de Convergència i Unió (CiU) adjudicó sin concurso previo a la empresa ACESA Telecom la red pública de enlaces de radio y televisión para que no cayera en manos no catalanas, según admitió ayer el consejero de Presidencia, Joaquim Triadú, en su primera comparecencia parlamentaria. "Nuestro objetivo es crear en Cataluña un sector potente y una gran empresa en el sector de las telecomunicaciones", se justificó.
La comparecencia de Triadú debía centrarse en explicar las líneas básicas de su departamento. Pero la oposición no se prestó a seguirle el juego y prefirió asediar al consejero por la privatización de la empresa Difusión Digital, propietaria de la red pública de enlaces de radio y televisión.Socialistas, Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-V) y Esquerra Republicana (ERC) expresaron sus reticencias no sólo por la legalidad e idoneidad del sistema utilizado en la operación -la adjudicación directa sin concurso previo-, sino también por la empresa que ha resultado beneficiada, una filial de la concesionaria de autopistas ACESA. El parlamentario republicano Joan Ridao la calificó de "burda maniobra jurídica" y afirmó que todo el proceso "olía a un acuerdo con ACESA a cambio de la rebaja de peajes". "Ha sido la moneda de cambio", subrayó.
Martí Carnicer, del Partit dels Socialistes, acusó a Triadú de aplicar el método de adjudicación directa porque el Gobierno de CiU "ya conocía el final", es decir, que ACESA se quedaría con el 52% de Difusión Digital. "Ha sido una operación con tintes oscurantistas. Ha tenido usted una actuación sesgada", afirmó el parlamentario socialista. Por su parte, Rafael Ribó, de Iniciativa per Catalunya-Verds, criticó la voluntad del Gobierno catalán de privatizar otro 27% de esta compañía.
PASA A LA PÁGINA 4
La oposición considera "partidista" el uso que el Gobierno hace del Patronato Catalán pro Europa
VIENE DE LA PÁGINA 1 Triadú tuvo que emplearse a fondo para defender esta operación económica. Según el consejero, el Gobierno prefirió la adjudicación directa porque en las subastas "el único criterio es el que paga más". En cambio, la Generalitat pretendía que la empresa beneficiaria cumpliera determinadas condiciones: poseer una red de infraestructuras complementaria; no ser prestadora de servicios finalistas de telecomunicaciones; una gran solvencia económica con un accionariado estable y que estuviera radicada en Cataluña y no fuese "de fuera". Para Triadú, después de negociar con distintas compañías, ACESA era la que cumplía todos los estos requisitos. El consejero de Presidencia subrayó que la operación no supone la venta de ningún activo de Difusión Digital y anunció que la intención del Ejecutivo es desprenderse de otro importante paquete accionarial en la empresa, que podría comprar la estadounidense Crown Castle, y quedarse tan sólo con un 25%. La privatización de la red de enlaces no fue el único tema que despertó los ataques de la oposición, mientras un PP absolutamente contemplativo se limitaba a pedir que la sucesión de Pujol no interfiriese en la acción de Gobierno.
La voluntad expresada por Triadú de potenciar el Patronato Catalán ProEuropa, dirigido por el eurodiputado convergente Carles Gasòliba, sirvió a socialistas, republicanos y ecosocialistas para arremeter contra el uso partidista que, a su juicio, hace Convergència i Unió de este organismo. "Estoy de acuerdo en que debe ser un lobby, pero un lobby de una nación, no de una coalición", le espetó a Triadú el parlamentario Josep Casajuana, del PSC-Ciutadans pel Canvi. Para el consejero, las competencias en materia de Unión Europea pertenecen a su departamento y no al de Gobernación, de Josep Antoni Duran Lleida, porque afirmó: "Nosotros entendemos que Europa es nuestro país".
Joaquim Triadú se comprometió a entregar, antes de finalizar este año, un proyecto de ley para regular la publicidad institucional de las administraciones públicas catalanas. En este sentido, Joan Ridao mostró su satisfacción por este anuncio porque acabará, según dijo, con la utilización en beneficio propio que hace CiU de las campañas de la Generalitat. "El año pasado, con elecciones autonómicas, la Generalitat se gastó 1.724 millones de pesetas, 380 de los cuales se destinaron a la campaña Un pais que creix".
La comisión parlamentaria de Gobierno Local aprobó ayer por unanimidad una moción para que los alcaldes y concejales, con o sin dedicación exclusiva, puedan cobrar el subsidio de desempleo al cesar en sus cargos.
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