El Valladolid se despide de Zorrilla con dos golazos de Caminero y Eusebio

En un partido intrascendente, el Valladolid y el Mallorca decidieron darse un pequeño festín y pusieron el espectáculo como objetivo para cerrar con una tarde de buen fútbol la temporada en Zorrilla. Pero todo ello no servía más que para despedir a un puñado de jugadores y posiblemente al técnico del Valladolid, Gregorio Manzano, a quien los nuevos dirigentes del club vallisoletano podrían haber comunicado ya su intención de no renovarle. Por ello el choque se convirtió en un partido veraniego, en hora y media de fútbol relajado en el que los dos equipos se afanaron en agradar a un escaso graderío a la manera del verano, al primer toque, rellenando la ausencia de tensión con florituras y con un saco de buenas ocasiones de gol de las que se convirtieron tres y gracias.Los jugadores fueron conscientes de que no se jugaban nada desde el primer momento y se enfrascaron en tocar y tocar lejos de las porterías. Cesar Sánchez, en el día de su despedida de Zorrilla, apenas vio el peligro de cerca, aunque eso sí, en una ocasión tuvieron que sacarle el balón de la línea de gol. El relajo propició poca cosa para el Mallorca, que sí fue honesto en el esfuerzo, y buscó más el partido que su rival. El Valladolid apareció en el césped con ganas de acelerar el paso del tiempo, porque lo que queda de temporada le sobra y tuvo que esperar una hora para entrar en el choque. Antes se había limitado a justificar su presencia en el campo con un par de arreones hacía la portería de Leo Franco.

Pero la explosión se produjo con el golazo de Caminero. Desde ahí el equipo de Manzano se lanzó en pos de pagar a los suyos el sin sabor de una nueva temporada insulsa, que no ha tenido chicha salvo cuando el Valladolid se pasó veinte jornadas pegándose por salvarse del descenso. En esos minutos, entre Shoji Jo y Víctor se repartieron media docena de oportunidades de gol hasta que a la media hora del segundo tiempo el Mallorca golpeó con el gol de Carlos. Entonces, Eusebio Sacristán volvió con su magisterio y enganchó un pelotazo tremendo que Leo Franco no pudo detener y cerró la temporada en Zorrilla dándole al Valladolid lo que le ha dado muchas tardes, una victoria más.