El Barcelona gana sin Masip
El primer partido de las semifinales de la Liga Asobal no fue un paseo para el Barcelona. Al contrario. El Bidasoa planteó un partido muy serio en defensa y supo sacar partido de la estatura y la potencia de su lanzador cubano Julio Fis, que concluyó una buena parte de las acciones de ataque irundarras. Sin embargo, el partido estuvo marcado de forma ineludible por una circunstancia muy especial: la descalificación directa de Enric Masip (m.17). Y el Barça demostró que incluso sin su motor, sin el hombre que les ha sacado de las papeletas más complicadas, es también capaz de ganar.Los azulgrana dominan ahora la serie a tres partidos de semifinales que les enfrenta al Bidasoa por una victoria a cero. Y ahora viajará a Irún donde mañana disputará el segundo encuentro. Una nueva victoria le aseguraría ya el pase a la final. Si no, le queda el partido decisivo de nuevo en el inexpugnable Palau Blaugrana.
BARCELONA 28BIDASOA 22
Barcelona: Barrufet (Svensson); O'Callaghan (2), Chepkin (1), Masip (2, 1 de penalti), Urdangarín (1), Schwarzer (4), Lozano (1), Cavar (6, 1 de p.), Bustos (3), Guijosa (4, 2 de p.), y Ortega (3, 1 de p.).Bidasoa: Barreto (Aguinagalde); Rodríguez (1), Fis (5), Domínguez (3), Kempe (1), Cazal (3, 2 de p.), Josemi (3), Fredsgaard (2), Vico (2), Etxaburu (), y Embil (1). Árbitros: Martín y Monroy. Descalificaron a Masip (m.17). Alrededor de 2.500 aficionados en el Palau Blaugrana. Primer partido de semifinales de la Liga Asobal.
La descalificación de Masip se produjo mediada la primera parte, cuando el central-lateral perdió los nervios en un choque con Fis y le lanzó un balón al cuerpo con el juego ya parado mientras se caía. Habían transcurrido entonces 17 minutos, y el Barça se quedó sin un hombre clave en sus esquemas.
Era algo con lo que Rivera no podía contar. Y ello trastocó los planes del técnico azulgrana que buscó soluciones con la entrada de Bustos en ataque, y dando más responsabilidades a Cavar y a Lozano.El equipo respondió. Sin Masip, y con la portería en dificultades (les costó parar los lanzamientos de Fis), el Barça tuvo que buscar nuevos resortes. Pero los encontró y constató de nuevo su gran calidad.
La batalla se planteó básicamente en dos hechos ya constatados: el mejor ataque (Barça), contra la mejor defensa (Bidasoa). Pero la zona defensiva de los irundarras no sólo estuvo bien resguardada hasta la parte final del partido, sino que resultó a veces excesivamente inexpugnable con cierta permesividad arbitral.
Al final, sin embargo, el mayor podería físico azulgrana acabó imponiéndose. Cuando el Barça lanzó su estocada (25-17), el Bidasoa ya no tenía capacidad de respuesta.
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