El TAU sucumbe al arreón final del Barça

El arreón final del Barça le dio la primera victoria en un partido del que el TAU se despidió con el punto amargo que deja una derrota cuando, con la cumbre a tiro de piedra, hay que lanzar la toalla. El TAU depuso las armas cuando mejor lo tenía, después de haber dominado todo el rato, con ocho puntos de ventaja (50-58) y a cinco minutos para el final.El equipo vitoriano hizo muchas cosas, y casi todas bien, pero en esos cinco minutos finales se descompuso de una forma rotunda, como si cayera en un abismo sin remisión. El parcial de los cinco últimos minutos lo dice todo: 17-7. El Barça volvió a imponerse por el método de asfixia del rival. Cuando las fuerzas andan justas, el equipo de Aíto tiene la virtud de que puede aumentar un par de puntos sus revoluciones. Así ganó ayer. Sin hacer mucho durante bastantes minutos. Tan poco hizo, especialmente bajo tableros, donde Dueñas no se pareció en nada al de otras ocasiones, que estuvo a punto de perder el hilo de forma irreparable. En ello tuvo mucho que ver la decisión y la claridad con la que el TAU compareció en el Palau Blaugrana. Defendió bien, aprovechó cada posibilidad de transición rápida y supo mover a la defensa azulgrana y aprovechar para que Garbajosa, Mills y Oberto hicieran daño bajo los tableros.

Aíto se desesperó, cambió al quinteto titular por completo antes del minuto 10. El Barça no funcionaba porque no se sentía a gusto en la captura del rebote, ese aspecto en el que basa hasta el exceso su juego. El TAU mantenía el tipo y Alston empezó teniendo muchas dificultades para anotar. Pero en el Barça siempre hay alguien que resuelve. Rodrigo De la Fuente está siendo, de largo, quien le está dando mayor consistencia y continuidad. Pero ni siquiera él se bastaba ayer para darle réplica al equipo vitoriano. Hasta que no apareció Juan Carlos Navarro no pudo el Barça acercarse a un marcador que se le había puesto muy cuesta arriba: 10-22.

El TAU se encontró muy a gusto con el ritmo que le dio Bennett y con las llegadas de Foirest y Esteller a la carrera. Pero hacia el final de la primera parte empezó a a acusar su tendencia a encerrarse más de la cuenta. En su obsesión por cerrar el rebote, empezó a conceder cómodos tiros de larga distancia que Navarro y Rentzias, con el que Garbajosa tuvo muchos problemas, aprovecharon para acercar a su equipo en el marcador.

El Barça desesperó seguramente al TAU ya cuando se llegó al descanso. Después de haber sido netamente superior, el equipo de Vitoria miró al marcador y vio que únicamente ganaba por tres puntos, 30-33.

Las constantes se mantuvieron hasta que faltaban esos cinco minutos finales en los que se desvaneció el TAU. El Barça empezó a anotar todo lo que no había anotado anteriormente y sacó petróleo de cinco jugadas consecutivas en las que hizo valer sus virtudes defensivas. La zona presionante 1-3-1 ya célebre se le indigestó al TAU, que en un visto y no visto pasó de tener el viento a favor a sucumbir en medio de un auténtico huracán: de ganar por 50-58 a perder por 66-62, con 10 puntos de Alston y una serie infalible del Barça desde la línea de tiros libres, en la que al principio había sumado un calamitoso 1 de 7. El toma y daca se prolongó durante los instantes finales pero con el Barça siempre en posición dominante. El primer acto de la semifinal dejó materia para la reflexión en las filas del TAU, que tiró por la borda todo su trabajo en los minutos finales. En el bando de Aíto, el estado de la cuestión, a pesar de la victoria, continúa en encendido debate.No se acaba de observar un juego tan convincente como el que sería de desear y continúa pendiente la asignatura de ofrecer alguna prestación aceptable en el ataque estático. Incluso así, la buena labor defensiva, el cambio de revoluciones que le permite Nacho Rodríguez y las apariciones puntuales de jugadores como Digbeu ante Unicaja o Navarro ayer, dan para ganar.