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Un maquinista evitó un grave suceso en un túnel

Pudo ser una tragedia, pero ni siquiera hubo heridos. El tren regional que salió el martes a media tarde de Sevilla con destino a Málaga se quedó bloqueado durante un par de horas en uno de los túneles de El Chorro debido al incendio de su motor. Eran las 19.35. Se escucharon dos explosiones, se fue la luz y comenzó la humareda. La confusión y el pánico cundieron entre algunos de sus 72 pasajeros. La pericia del maquinista evitó lo peor. Apenas advirtió que salía humo de los bajos del motor, intentó salir del túnel. Como no lo consiguió, bloqueó las puertas laterales para evitar que los viajeros salieran atropelladamente. Avisó al interventor y entre los dos, a oscuras, tranquilizaron a los pasajeros y les ayudaron a salir por la zona trasera, en dirección opuesta el fuego.

Los más jóvenes del pasaje incluso colaboraron en las tareas de desalojo del convoy. "Pedimos que dejaran salir primero a las personas mayores y que se mantuvieran tranquilos porque no pasaba nada, sólo era humo", relató un joven a la Cadena Ser.

No hubo daños personales, sólo algún pequeño corte o una magulladura. La evacuación fue rápida porque 15 operarios que participaban en trabajos de reparación de las vías no dudaron en ofrecer su ayuda. Francisco Rodríguez, uno de los trabajadores, contó que estaban por allí de casualidad: "Colaboramos en todo lo que pudimos". Una vez que el tren quedó vacío, el maquinista, Juan Barrera, apagó el fuego con los extintores del convoy. Cuando llegaron los bomberos, la situación estaba bajo control.

Isabel, la propietaria de una cantina cercana, que había visto salir humo del túnel, se temía la catástrofe. "Me puse muy nerviosa porque vi personas mayores llorando" relató. Empezó a respirar cuando vio avanzar a los pasajeros por las vías. Casi todos le pidieron tila.

Según el maquinista, el incendio se debió a un cortocircuito que prendió fuego a la grasa del motor. Ayer el gabinete de prensa de Renfe dijo desconocer las causas, pero se apresuró a descartar que se tratara de falta de mantenimiento. Sus responsables resaltaron que los trenes regionales apenas tienen dos años de antigüedad y se someten a revisiones frecuentes. No obstante, Renfe informó de que ha abierto una investigación para determinar las causas y ha ordenado una revisión pormenorizada de las siete unidades que cubren los trayectos regionales.

Los testimonios recogidos por la emisora en la estación de Málaga -a donde llegaron los evacuados pasadas las diez de la noche- eran bien diferentes. Una joven contó que ya en Marchena "el tren se quedó parado porque fallaba algo". En ese municipio sevillano, el convoy estuvo detenido alrededor de 45 minutos. Según Renfe, por cuestiones de organización de la circulación ferroviaria. "Eso es algo normal en el servicio. Si se hubiera advertido algún problema, se hubiera paralizado inmediatamente porque la regla número uno es la seguridad. No ha existido ninguna imprudencia", aseguró Dolores Nieto, portavoz de la empresa.

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Sin embargo, algunos viajeros insistieron en sus sospechas de que el incidente podría haberse evitado. "Algo pasaba, porque el tren circulaba a una velocidad reducida", comentó otro de los pasajeros. Nieto apuntó que la única razón era que la lluvia que caía a esa hora sobre la zona obligaba a extremar las precauciones.

Ya con los pasajeros a buen recaudo, 50 trasladados por un convoy de cercanías y los otros 22 recogidos en el lugar por sus familiares, una locomotora arrastró al tren siniestrado para despejar la vía. El incidente demoró la salida del Talgo Málaga-Barcelona. En síntesis, el incidente desató los nervios y causó retrasos, pero todo quedó en un susto.

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