Los musulmanes de Cataluña crean un consejo islámico para negociar sus reivindicaciones con la administración

La comunidad islámica acaba de constituir el Consejo Islámico Cultural de Cataluña, que fue presentado ayer oficialmente al Consejero de Gobernación de la Generalitat, Josep Antoni Duran Lleida. El nuevo organismo pretende evitar que la falta de un intérprete reconocido por la mayoría de los musulmanes afincados en Cataluña impida negociar con la Administración asuntos pendientes, tales como la construcción de una gran mezquita en Barcelona. Representantes del nuevo consejo islámico presentaron ayer su solicitud para inscribir el organismo en el registro de asociaciones de Cataluña. El encuentro celebrado con el representante del Gobierno catalán se interpretó en algunos sectores islámicos como un paso adelante que permitirá aglutinar al asociacionismo de una comunidad que se caracteriza por estar demasiado atomizado, en especial el que agrupa a los ciudadanos procedentes de los países del Magreb.

La entrevista con Duran Lleida se celebró a instancias del Consejo Islámico, que estuvo representado ayer por una nutrida delegación integrada por 14 personas. En el encuentro, que se prolongó durante casi una hora, se abordaron cuestiones relacionadas con la inmigración y con facilitación la convivencia entre la sociedad catalana y la comunidad musulmana.

Al término de la reunión, Duran expresó su satisfacción por el nacimiento del que calificó de "embrión importantísimo para la organización del universo musulmán". Podrán ser miembros de este consejo islámico las entidades religiosas y culturales que tengan al frente un imam.

La Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI), de la que es representante en Cataluña Marian Cabezos, desconocía ayer la existencia del consejo, lo que demuestra la poca coordinación del movimiento asociativo islámico.

Por su parte, el imam del Centro Islámico de la Meridiana, el sirio Najem Alhassan, consideró ayer que el nuevo organismo representa exclusivamente a los ciudadanos musulmanes de origen marroquí. La enseñanza de los hijos de musulmanes que residen en Cataluña, el problema de las mezquitas y los derechos de trabajo de los imames son algunas de las cuestiones que el Consejo Islámico quiere plantear en futuras reuniones a la Administración catalana para que las traslade al Gobierno.