"Con Señor juega el que le pasa la mano"
A sus 34 años, Luis Sierra, un tipo discreto, serio y poco hablador, descubre que el fútbol no perdona a quien rompe las normas. Este palentino, que hace seis años aterrizó en Mérida procedente del Sporting , amagó la semana pasada contra el aparato. "Si he de pelear por ser amigo del entrenador, no jugaré. Con Señor sólo juega el que le pasa la mano por el lomo", dijo Luis. Ese lenguaje provocador fue más allá: "Quiero una lucha deportiva, honrada, de respeto absoluto, pero no de amiguismo y de compadreo". Se quejaba el defensa de su escasa participación en los planes del técnico, Juan Señor.Y el aparato reaccionó de forma contundente. Primero, el presidente, José Fouto, que sin hablar con el jugador zanjó verbalmente todo intento de sublevación o crítica y anunció medidas sancionadoras para este lunes: "Actuaré con gran dureza", apuntó un Fouto molesto. Juan Señor interpretó que las relaciones básicas entre jugador y técnico pasan por el respeto a la jerarquía de quien está al frente del banquillo, y más que hablar volvió a actuar: pese a contar con una plantilla mermada por lesiones y sanciones, con sólo 16 jugadores disponibles para jugar frente al Sporting, prefirió tirar del canterano Agustín que de Sierra.
Ayer, en las horas previas al encuentro, Sierra decía estar "bien de ánimo" y tranquilo, "porque uno ha hecho las cosas pensadas, las ha hecho por algo. Si dices la verdad, te sientes seguro. Tienes que estar contento. Defiendo algo justo y es lo mejor". Este jornalero del fútbol, que ha jugado muy poco esta temporada, primero con Herrera y después con Señor, evitó echar más leña al fuego cuando se le preguntó si estaba arrepentido: "No he hablado con Fouto. Quiero hablar primero y después opinar". Dice que tampoco ha comentado nada con sus compañeros de vestuario: "Es una situación que a nadie gusta. Pero hay ocasiones en que no queda otro remedio. Pero no quiero incidir más sobre el asunto, porque antes quiero hablar con Fouto".
Sierra saboreó el ascenso del Mérida a Primera con Kresic y tras el regreso a Segunda estuvo convencido de ascender de nuevo, como efectivamente sucedió. Siempre ha demostrado un comportamiento ejemplar en el campo, con un trabajo sobrio y eficaz y no cree que a sus 34 años vaya a dejar el futbol. Otra cosa es que continúe en el Mérida. El palentino evoca la Constitución por aquello del derecho de todos los ciudadanos a la libertad de expresión: "¿Por qué el futbol es distinto?"
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