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Van Gal concentra al Barça El técnico ve problemas psíquicos y recluye al equipo por primera vez

Desidia, dejadez, abandono, bloqueo mental. Un equipo, como dijo el técnico Louis van Gaal hace quince días, exprimido como un limón. El Barça se ha ido apagando como una vela: hace una semana medio tiró por la borda en Mestalla su trayectoria en la Liga de Campeones (4-1) y el sábado despreció la Liga perdiendo ante el Rayo (0-2) y recibiendo el severo castigo del Camp Nou -"¡fuera Van Gaal!" "¡Núñez, dimisión!"-. Pero anoche Riazor, con el empate del Deportivo, le dio motivos para la esperanza -65 puntos, frente a los 62 del Barça y los 60 del Alavés, el Valencia y el Zaragoza-. El técnico está seguro de que la caída de su equipo obedece a una cuestión mental y de que aún puede eliminar al Valencia. Pero hay una lectura aún peor: Guardiola, el capitán, achacó la crisis a razones futbolísticas. Y queda una conclusión definitiva: el Barcelona es un seguro vacío, hueco, con tan poca garantía que algunos consideran que sólo está alargando la agonía.Van Gaal tomó ayer la primera medida de choque y, alterando por una vez sus planes, decidió concentrar hoy a su equipo, dos días antes del partido ante el Valencia. Nunca lo había hecho hasta ahora. Quiere diálogo y facilitar la comunicación porque cree que todo se debe a razones psíquicas. El holandés busca soluciones a la desesperada.

Resignación del vestuario

La plantilla casi se resignó a su suerte tras perder ante el Rayo. "No se trata de algo mental", confesó Guardiola. "No ganamos por no saber romper una defensa de siete u ocho jugadores. No nos merecemos ser campeones". Quizá piensa que sería un premio excesivo para un equipo que ha perdido 12 partidos esta Liga, un tercio de los disputados. No es sólo una impresión suya. El vestuario asumió ayer por la mañana su fatalidad. Todo hasta que el Deportivo, una vez más, les regaló algo de vida.

Tirada la Copa, el Barça no depende de sí mismo para ganar nada: el Depor le lleva tres puntos y se adivina una proeza eliminar al Valencia, el peor de los ogros en la era de Van Gaal. "Es un rival peor que el Chelsea", dijo Abelardo en alusión al 5-1 que endosó el Barça a los ingleses en el Camp Nou (3-1 en la ida). "Pero es un partido distinto y hay que salir al 200%. Llevamos la camiseta del Barça. No se trata de táctica. Hay que dejarnos la piel", insistió el asturiano, que apeló tanto al orgullo que fue inevitable pensar por qué no hizo el sábado todo eso el Barça. "Quizá se me ha interpretado mal. Lo dimos todo. Yo llevaba cuatro partidos sin jugar y tenía unas ganas locas. Pero jugamos mal. Hay que salir a por todas. Las circunstancias influyen. Igual marcamos pronto ante el Valencia y todo cambia".

Rivaldo encajó la derrota con la rutina de siempre, aunque también discrepó de Van Gaal sobre la tesis del bloqueo mental. "Lo intentamos. Estuvimos concentrados y luchamos 90 minutos. Tenemos esperanzas de remontar al Valencia. Habrá que atacar con inteligencia". Y ahora, a esperar que la gente alimente otra proeza ante el Valencia. Y más cuando el vestuario elude su responsabilidad ante los micros -Kluivert los evitó por segunda vez en cinco días y Simao dijo no estar "motivado"- y emite voces dispares como éstas: Guardiola, Abelardo y Rivaldo comprendieron la ira popular; Frank de Boer y Cocu, no.

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