Gil despedirá hoy a Antic si no acepta rebajar su contrato

Radomir Antic puede convertirse hoy en el primer damnificado del descenso del Atlético. "Hay un contrato increíble que yo, desde luego, no puedo pagar. Tengo que hablar con el interesado cara a cara y mañana [por hoy] ya diré lo que tengo que decir, aunque lo tengo bastante claro", anunció ayer el presidente Jesús Gil, que hoy se reunirá con el técnico serbio. La cosa está clara. O Antic acepta una importante reducción de contrato o dejará de ser el entrenador del Atlético. En declaraciones a la SER, Antic aseguró que se trata de una maniobra para colgarle el "cartel de pesetero", y dejó en segundo plano la cuestión monetaria. "Lo que primero me interesa es el proyecto deportivo", aseguró, antes de acabar con un rotundo: "Quiero seguir en el Atlético". Gil no se lo pondrá fácil. "El ciclo de Antic en el Atlético ya terminó", afirmó el presidente rojiblanco recordando su destitución al término de la pasada campaña.Fiel a su estilo, una vez consumado el descenso, Gil no se andó con sentimentalismos. "Ahora las lamentaciones no valen para nada. Hay que saber sobreponerse, asumir el drama y estar todos los atléticos más unidos que nunca para afrontar el problema y luchar en Segunda para intentar el ascenso. Este es el momento en el que los hombres tienen que dar la cara", declaró. En realidad, Jesús Gil había perdido hace tiempo cualquier ilusión de que su equipo se quedase en Primera. "Desde hace semanas estábamos trabajando ante esta posibilidad porque la salvación era un milagro", reconoció a la Cadena Cope. Gil, eso sí, criticó a sus jugadores en forma de elogio. "Si el equipo hubiese luchado en los últimos partidos como en la última media hora de hoy no hubiese sucedido esto", reprochó.

Mucho más fatalista se mostró Antic. "Estamos condenados por el destino. No hay nada más que decir porque tiene difícil explicación, aunque entiendo que la afición esté decepcionada", dijo el técnico al finalizar el encuentro". Antic lamentó el infortunio de su equipo después de su reacción cuando tenía el partido perdido. "Sucedió algo contra lo que es difícil luchar, a pesar de que lo hemos hecho con bravura. No se puede hacer más ni tener menos", esplicó, y se quejó de la actitud del árbitro antes de lanzar Hasselbaink el penalti. "Ha hecho teatro con la intención de quitarle concentración al jugador. Estamos sumidos en la decepción y en la tristeza, aunque desde mañana tendremos toda la fe puesta en la final de la Copa del Rey".

Los peores momentos se vivieron en el vestuario del Atlético, que estuvo lleno de desolación tras el partido. Kiko, uno de los más afectados, reclamó tiempo para asimilar el golpe y pensar en la Copa. "Esto es algo que todos temíamos, que podía ocurrir. Hoy no hemos perdido 3-0, lo hemos tenido al alcance de la mano y por eso nos vamos con mal sabor de boca". Para Aguilera, el descenso es como una muerte anunciada que la familia del finado se resiste a aceptar. "Todos saben lo que va a pasar, pero nadie se lo cree. No te haces a la idea, sobre todo hoy, cuando hemos apurado todas las posibilidades y no nos hemos rendido, aunque la suerte nos ha dado la espalda".

En el bando contrario, Luis Aragonés, entrenador del Oviedo y atlético de corazón, también estaba contrariado, pero sólo por el desplome de su equipo. "Estábamos salvados y al final casi lo perdemos todo. Mi preocupación es el equipo que me paga. Hubiera deseado que se salvara el Atlético, pero ante todo quiero salvarme yo", afirmó.