El Bayern golea en la final de Copa

Todo fueron ayer buenas noticias para el Bayern de Múnich. Consiguió el primer título de la temporada, la Copa de Alemania. Jugó bien y goleó al Werder Bremen, al que ganó por 3-0. Recuperó a Effenberg, su punto de referencia en el campo desde la marcha de marcha de Matthäus a EEUU, que ayer volvió a jugar después de tres semanas apartado del equipo por culpa de una lesión. Se tomó la revancha de la final de Copa del año pasado, cuando, también contra el Werder Bremen, perdió el título en el lanzamiento de penaltis. Por si fuera poco, no tuvo que fundir a sus mejores hombres, varios de los cuales no jugaron pensando en la vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones que el martes disputan contra el Real Madrid -2-0 ganaron los blancos en el Bernabéu-.

El Bayern fue el mejor equipo sobre el campo a lo largo de todo el partido. Sólo las ocasiones del primer tiempo, sobre todo las que tuvieron Jancker y Elber, hubieran bastado para una goleada. La presencia de Effenberg, pese a no estar todavía en plena forma, les dio alas a los bávaros y más orden a la hora de copar los espacios y dificultar el juego contrario. La llegada al área resultó fácil todo el tiempo, pero el Bayern hubo de esperar al minuto 63 para que Elber inaugurara el marcador. Luego vino el gol de Paulo Sergio, a pase de Salihamidzic, y ya en el minuto 90, el puntillazo de Scholl, en una jugada de contragolpe, con lo que el marcador terminó reflejando lo que se había visto en el terreno de juego.

El técnico del Bayern, Ottmar Hitzfeld, dejó durante gran parte del partido en el banquillo a Scholl para jugar con tres delanteros claros. Carsten Jancker y Elber se alternaron la posición central y dejaron la banda derecha al bosnio Hassan Salihamid-zic, que jugó bastante adelantado. Por la izquierda, casi pegado a la banda durante los primeros minutos, estuvo Paulo Sergio.

El 3-0 final, en un partido que el Bayern decía secundario al llegar tres días antes del de Liga de Campeones, su auténtico objetivo, supone un gran estímulo para los alemanes, en la medida en que es justo el marcador que necesita el martes para eliminar al Real Madrid.