"El mundo de la historieta es ahora como un páramo donde crece alguna flor"
Carlos Giménez, dibujante y guionista de cómics, punta de lanza de una generación de creadores de cómic españoles que a mediados de los años setenta hicieron el salto de la producción de encargo al trabajo de autor, está viviendo unos momentos de renovada gracia, complementada por el premio que acaba de recibir en Barcelona al mejor álbum y guión por Paracuellos 3. Durante las últimas semanas no ha parado de ser agasajado en distintos encuentros de historieta. La gira de Giménez ha circulado por el Salón del Cómic de Granada, presente en Barcelona con una caseta en donde la presencia del vino y las tapas de jamón y queso se combina con el material de estricta promoción del evento. Giménez también ha estado en unas conferencias en la Universidad de Alicante, el Salón del Cómic de Madrid y la Semana del Cómic de Andorra. Tras la clausura del salón de Barcelona tiene prevista su asistencia a otro acontecimiento relacionado con la historieta en Palma de Mallorca y en verano participará en uno de los cursos que se imparten en El Escorial. "El 2000, hasta ahora, lo he dedicado a ir de gira. Quizá es el momento oportuno debido a que la editorial Glénat está reeditando mi obra completa y ha publicado Paracuellos 3", explica el autor.Giménez marcó un punto de inflexión en la historia del cómic español con la publicación de Paracuellos, una obra autobiográfica en la que narraba su experiencia infantil en el Hogar del Auxilio Social de Paracuellos del Jarama, escuela de corte militar donde iban a parar los niños huérfanos y los que debido a la guerra civil habían quedado sin familia. De esta historia se han publicado tres álbumes, aunque existen otros en cartera. Giménez no ha parado de documentarse sobre el tema y siempre que ha encontrado a antiguos compañeros del Hogar ha recogido las anécdotas que recordaban. "Tengo tres álbumes más dibujados, y otros tres de los que he escrito el guión". Su última entrega de esta serie está más centrada en el universo de los niños. "Con la primera parte quise hacer una labor de denuncia de la institución, luego he centrado el protagonismo en otros temas. Para mí, Paracuellos tiene cuatro protagonistas: la institución, los niños y los familiares de los niños y el mundo del tebeo".
Giménez también tiene otros de sus momentos álgidos en su trayectoria con la adaptación de relatos de Jack London, y con la serie Los profesionales, en la que de manera sumamente graciosa relata las interioridades del mundo de la profesión en los años sesenta y setenta.
A pesar de su buen momento, Giménez mira con cierta distancia este resurgir. "Me siento satisfecho de que se reedite mi obra, pero soy consciente de la situación en la que se encuentra la narrativa dibujada. Creo que el mundo del cómic es actualmente un páramo donde crece alguna flor".
Giménez ve difícil la situación del profesional para seguir realizando un trabajo de creación plena. "Muchas veces me preguntan si a los profesionales la historieta nos da de comer. Creo que no se trata de eso, un dibujante tiene muchas salidas. La publicidad es una de ellas. Pero de lo que realmente se trata es de que exista un contexto en el que un autor pueda desarrollar un tipo de trabajo de una determinada manera. Con todo el respeto, a mí no me interesa lo más mínimo dibujar superhéroes por encargo". Giménez, amante de las frases metafóricas, piensa que su situación profesional responde a una circunstancia afectiva: "La situación del dibujante es como la del que no tiene novia. No se trata de que pille una novia cualquiera, sino la que le guste". En las diversas posibilidades de opciones que tiene el dibujante de cómic como narrador, Giménez ha trabajado con el director de cine Guillermo del Toro colaborando con los story-boards y el guión de su próxima producción. "Está preparando una película en la que una de las escenas transcurre en una escuela. Del Toro, que es un gran aficionado a la historieta, consideró que yo era un especialista en ese tema".
