Ángel Luna emplaza a sus compañeros del PSPV a que abandonen los "fundamentalismos"

"Es necesario que el PSPV sea más laico y abandone los fundamentalismos que le han caracterizado, porque en este partido no debe haber militantes de primera y de segunda". El ex alcalde de Alicante Ángel Luna protagonizó el martes por la noche la última sesión de debate abierto organizada por la agrupación local del PSPV para reflexionar sobre el presente y futuro de la organización. La intervención de Luna generó expectación, al tratarse de su primera actuación pública desde que abandonó la política activa. "Los que hemos militado en partidos de izquierda tenemos un cierto lastre, un componente religioso, y nuestra propia doctrina ha hecho que despreciemos al adversario", señaló. Esa vivencia religiosa de la actividad política comporta, según el ex alcalde, algunos riesgos. "La religión no se presta a controles", dijo, "lo que nos llevó a relajarnos y no reaccionar ante actitudes impresentables", como la corrupción.En un ejercicio de autocrítica, Luna señaló como defecto en el que ha caído su partido en el pasado la "superioridad moral" de la que se creía propietario, y consideró "imprescindible" para salir de la crisis un partido "más laico" que abandone los "fundamentalismos". "Debemos abandonar el componente de secta y dejar que entre aire fresco, porque somos una asociación cívica libre donde uno no se debe sentir vendido por nadie".

Por su parte, Emili Soler, profesor de Historia Moderna, lamentó el "grado de cinismo y autodestrucción" alcanzado por el PSPV, y recordó que el electorado de clases medias urbanas le ha dado la espalda por ello. Para este académico, la solución radica en la que bautizó como "receta de las tres erres: regeneración, refundación y recuperación" electoral.

Leire Pajín, la diputada más joven de España, expuso una estampa mucho más optimista, basada en las aportaciones de los jóvenes al partido y al debate. "Una nueva sociedad requiere nuevos mensajes, y nosotros no hemos sido capaces de dar respuestas a los ciudadanos y a esa sociedad cambiante", señaló poco antes de reclamar una profunda reflexión "para aprender de nuestros errores".

El sociólogo Jordi Hurtado advirtió de otro peligro: "En este cambio cultural el cultivo del egoismo hace que se debilite el concepto de colectividad", dijo. Justo Gil, profesor de Derecho Constitucional, pidió "claridad de ideas" para superar la crisis.