Brian Davis da el golpe en Caldes

Brian Davis, de 25 años, no se anduvo por las ramas para explicar los motivos de su triunfo en el Open de España de golf, que ayer concluyó en Caldes de Malavella. "Es el producto de lo que aprendí hace un año en Alemania cuando jugué con Tiger Woods. Descubrí lo importante que es el aspecto mental", confesó.Ayer, Davis soportó bien la presión a que le sometió el argentino Eduardo Romero, al que tuvo a dos golpes en algunas fases del último recorrido, y con un juego sólido y certero en los greens ganó su primer título profesional. Davis entregó una tarjeta de 69 golpes, con lo que totalizó 274, 14 bajo el par. El austriaco Markus Brier, en su primer año en el circuito europeo, terminó segundo, a tres golpes del campeón, con 277. Y el inglés Peter Baker y el argentino Eduardo Romero, con 278 compartieron la cuarta posición. Baker, que acabó el cuarto recorrido con 64 golpes (-8) realizó una remontada espectacular y estableció un nuevo récord del campo.

Cuando Davis llegó a España no era un aspirante al triunfo. Llevaba cinco años en el circuito y su balance no era para tocar castañuelas: sólo un cuarto puesto en un abierto de Alemania, y un tercero este año en el Algarve (Portugal). Sin embargo, los peores momentos de su carrera profesional comenzaban a quedar ya un poco atrás.

El punto culminante de su crisis se produjo hace dos años en Dubai, cuando fue atacado por un virus y estuvo fuera del circuito una larga temporada. "En aquellos momentos pensé que había perdido el norte", comentó Davis. "No tenía ilusión y creí que no conseguiría encontrar de nuevo mi camino. Pero mi entrenador me tranquilizó, me aconsejó que fuera paciente y que trabajara más en mis golpes cortos".

Entonces se produjo un hecho reparador. En el Open de Alemania el año pasado realizó un recorrido con el estadounidense Tiger Woods. Y, junto al número uno del mundo, descubrió de golpe que la cuestión mental era incluso más importante que el juego. "No fue sólo eso. Descubrí también lo lejos que estaba de él, lo mucho que me quedaba por trabajar".

Ayer, Davis subió otro eslabón en su proyecto íntimo de convertirse en el mejor jugador del mundo. Confesó que antes de iniciar el recorrido de la última jornada, en el que salió como líder a un golpe de Brier, a dos de Romero, y a tres de Carlos Rodiles y de Colin Montgomerie, le temblaban las manos. Y reconoció que hubo un momento en el que sintió miedo al pensar que pudo ganar. Pero todo lo superó.

Davis consolidó su posición de líder en la primera parte del recorrido -realizó tres birdies y un bogey- y mantuvo su cabeza clara hasta el final. No tuvo motivos de preocupación con las grandes estrellas del torneo, puesto que Montgomerie, siete veces ganador de la Orden del Mérito, estuvo excesivamente conservador, y el emergente español Sergio García arriesgó demasiado y se estrelló con dos dobles bogeys en los hoyos cuarto y quinto.

La única obsesión del británico estuvo siempre a su lado, fue el argentino Romero, que dejó escapar una excelente oportunidad de colocarse a un solo golpe de Davis en el 13º hoyo, cuando falló un putt de dos metros para birdie. Después acertó en el 15º, pero el inglés también birdeó. Y Romero acabó fatal con dos bogeys, perdiendo una segunda posición que tuvo en el bolsillo, y que pasó a manos de un Markus Brier dubitativo al principio, pero que cerró su recorrido con dos birdies y dos par.

Clasificación final. 1. Davis (Inglaterra), 274 (-14). 2. Brier (Austria), 277 (-11). 3. Baker (Inglaterra) y Romero (Argentina), 278 (-10). 5. Montgomerie (Escocia), 279 (-9). 7. Rodiles, 281 (-7). 12. Martín y García, 283 (-5). 17. Quirós, 284 (-4). 33. Olazábal, 287 (-1).