El PSE asegura que no modificará su línea política tras la dimisión de Odón Elorza

El secretario general del PSE, Nicolás Redondo, aseguró ayer que la dimisión de la Ejecutiva del alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, confirmada por éste el viernes, no provocará cambios en la estrategia política. Redondo criticó que Elorza abandone cuando el PSE está siendo más presionado por ETA y su entorno y cree que su marcha no dará lugar a ningún debate interno más allá del habitual en la organización. Elorza acusa al partido de hacer "seguidismo" del PP en la práctica diaria. "Él es quien menos puede criticarlo, porque además gobierna con el PP", dijo Redondo.

Elorza hizo sus críticas en la ejecutiva del pasado día 18, cuando solicitó un profundo debate en el seno del socialismo vasco y pidió la puesta en marcha de una nueva estrategia "más audaz en defensa del diálogo, la distensión y el respeto a los derechos humanos". Aunque entonces reconoció que el giro del PNV y los ataques violentos a las bases del PSE favorecen el "atrincheramiento a la defensiva" del partido, su postura es la de hacer un esfuerzo por abandonar el discurso de la descalificación y recuperar el sentido común y la sensatez para no destruir la convivencia. Elorza asegura que la desaparición de ETA y de la violencia callejera permitirá un debate político más libre sobre el futuro marco jurídico-político.Sin embargo, las tesis de Elorza están en minoría en la Ejecutiva del PSE, aunque las comparta el número dos del partido, Jesús Eguiguren. Este político guipuzcoano justifica que no es el momento de ponerlas en marcha mientras el nacionalismo siga unido en la búsqueda de un escenario que supere el Estatuto de Gernika y mientras la violencia de ETA y su entorno siga operativa.

Esas tesis están en minoría a pesar de que Eguiguren es el número dos del PSE y de que prestó su apoyo al actual secretario general Nicolás Redondo Terreros en el congreso de octubre de 1997.

"La estrategia del PSE cuenta con el apoyo de la gran mayoría en la Ejecutiva", declaró ayer Redondo, "y la salida de Elorza no va a provocar ni una brecha interna ni mayor debate interno del que tenemos entre manos". El PSE está preparando un documento de estrategia política ante la posibilidad del adelanto electoral en Euskadi. Si el PP va a adelantar su congreso, los socialistas están diseñando un plan de actuación que será aprobado previsiblemente en un comité nacional que se celebrará la tercera semana de mayo. El PSE subraya que el entendimiento con los nacionalistas sólo es posible si rectifican su política y reconocen que el pacto de Lizarra es un fracaso.

Retroceder de la segunda a la cuarta fuerza política tras las elecciones de octubre de 1998, el asesinato del portavoz parlamentario socialista Fernando Buesa y el ascenso electoral del PP frente a la unidad de los nacionalistas han provocado un permanente debate en las filas socialistas vascas sobre la estrategia a seguir. Debate que ahora quiere agitar el alcalde de San Sebastián con su dimisión de la Ejecutiva. "Así estoy más libre para criticar y debatir en los comités", explica Elorza, que va a preparar un documento político sobre sus postulados.

Para Elorza, el PSE camina a remolque del PP sin capacidad para ocupar con un proyecto autónomo su propio hueco en la política vasca. Esa imagen, que se ha visto acentuada tras el asesinato de Fernando Buesa, precisamente cuando los socialistas empezaban a preparar el debate precongresual (previsto para septiembre) con unas líneas maestras que ahondaban en las tesis más vasquistas, está provocando algunas críticas internas, sobre todo de quienes como el alcalde de San Sebastián quieren desmarcarse de la estela del PP y apostar por un proyecto político más abierto y dialogante con los nacionalistas.

El secretario general del PSE restó cierta legitimidad a Elorza para acusar al partido de seguidismo al PP: "Es él quien gobierna con el PP en San Sebastián, y a través de un pacto que él mismo dirigió".

El diputado por Álava en el Congreso, Ramón Jáuregui, explicó el giro apenas dos días después del asesinato de ETA contra el portavoz socialista en el Parlamento vasco en plena campaña de las generales de marzo: "Los terroristas nos obligan a volver a la política sin matices, a la política de trazo grueso".