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La firme oposición de Caja Asturias hace peligrar la OPA de Fenosa sobre Cantábrico

El consejo de administración de Hidroeléctrica del Cantábrico "considera razonable desde una óptica económico-financiera" las condiciones de la oferta pública de adquisición de acciones (OPA) lanzada por Unión Fenosa para controlar la compañía eléctrica asturiana. Así se transmitirá a la junta de accionistas que se celebra mañana. Pero la resistencia en todos los frentes que está ejerciendo Caja Asturias, que tiene un 10,5% de la eléctrica asturiana, amenaza con hacer fracasar la OPA. Miembros del consejo de Cantábrico consultados por este diario aseguraron que los representantes de Caja de Asturias mantuvieron el sábado, en la reunión extraordinaria del consejo, una gran firmeza en la defensa de sus posiciones.Por ello, la junta de accionistas de mañana es crucial. En previsión de que en la reunión no se lograra el 75% de votos afirmativos precisos para suprimir el blindaje de Cantábrico (en virtud del cual se limita la capacidad decisoria de cada accionista al 10% de las títulos de la sociedad, cualquiera que sea su verdadera participación accionarial en la empresa), y se exige una antigüedad mínima de presencia en la compañía para poder ser consejero y presidente de la sociedad, Unión Fenosa ha condicionado su OPA a lograr el control del 80% de las acciones de la compañía.

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Con ese porcentaje de títulos en su poder, una nueva junta convocada para reformar los estatutos no tendría en principio mayores obstáculos. Por tanto, sólo en el supuesto de que mañana los accionistas accediesen al desblindaje, Fenosa reduciría la exigencia condicionante de la OPA a la compra del 51% de las acciones, lo que le bastaría en ese caso para disponer del control de hecho de Cantábrico.

Cambio en los estatutos

Pero, de no ser así, y de mantenerse la redacción actual de los estatutos sociales, sería suficiente que Caja de Asturias y el grupo estadounidense Texas Utilities (que cuenta con al menos otro 10% y que se opone también a Fenosa tras fracasar su propia oferta hace poco), no acudiesen a la OPA para que ésta no lograra el 80% pretendido del capital que le permitiría a Fenosa el desblindaje a posteriori de Cantábrico.

Ambos accionistas mostraron su resistencia a Fenosa el sábado, cuando no se sumaron a la posición mayoritaria del consejo. Sin el apoyo de al menos uno de ambos accionistas, la OPA de Fenosa tiene muchas dificultades para prosperar. La correlación de fuerzas actualmente existente en el seno del accionariado de Cantábrico no garantiza por el momento el triunfo de la OPA lanzada por Unión Fenosa.

El proyecto de Unión Fenosa de comprar Hidrocantábrico se ha interpretado en determinados ámbitos como un intento del sector eléctrico nacional de cerrar el paso a las eléctricas extranjeras, para mantener el actual equilibrio en el mercado.

La OPA cuenta con el respaldo declarado del 22,6% de Cantábrico que tienen en su poder cuatro grupos accionariales, La Caixa, Grupo Masaveu, Carceller y Banco Sabadell, todos ellos de identidad u origen catalán, que pactaron con Unión Fenosa en Madrid el pasado 24 de marzo su respaldo a la operación y que desde entonces han votado a favor de las pretensiones de la eléctrica galaico-madrileña en los tres consejos celebrados por Cantábrico.

A ellos se han sumado en todas las votaciones el único representante de la familia de navieros asturianos Alvargonzález, propietaria del 0,7% de la sociedad, y representada por Gonzalo Alvargonzález Figaredo, primo del ministro de Economía, Rodrigo Rato, y dos de los tres consejeros independientes: los también asturianos José Cosmen Adelaida, consejero delegado del grupo de transportes de viajeros por carretera Alsa, y José Luis Álvarez Margaride, presidente de Thyssen para España y Portugal.

Dos bandos

Frente a ese bloque, mayoritario en el consejo, se sitúan Caja de Asturias, afín al Gobierno socialista del Principado; el grupo norteamericano Texas Utilities, que lanzó su propia OPA sobre Cantábrico con anterioridad a la de Fenosa, pero que posteriormente retiró (aunque mantiene su intención de reactivarla si fracasa la de la eléctrica galaico-madrileña), y el consejero independiente Pedro de Silva, expresidente socialista del Principado y el más abiertamente opuesto a la pérdida por Cantábrico de su independiencia societaria.

Caja de Asturias y Texas suman el 20,5% del capital de la compañía, aunque en medios financieros se especula con la posibilidad de que el grupo norteamericano pudiera ser el verdadero propietario de otro 5,5% de Cantábrico nominalmente en poder de la sociedad E. C. Nominees Ltd., y cuyos representantes, en ese caso, podrían votar mañana en la junta de accionistas en el mismo sentido que lo haga Texas.

En ese supuesto, a la oposición de este eventual 26% podría sumarse el 1% del capital aproximadamente que tiene en su poder la cúpula directiva de Cantábrico. En medios de la compañía se asegura que la OPA de Fenosa ha sido recibida con especial nerviosismo e inquietud en los servicios centrales de Cantábrico y en la alta dirección de la eléctrica ante una previsible fusión por absorción de Cantábrico si triunfa la OPA de Fenosa.

No obstante, el consejero delegado de Cantábrico, Antonio Tuñón Álvarez, se sumó anteayer a la mayoría del consejo y anunció en ese órgano su decisión favorable a la OPA de Fenosa.

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