El Betis se asoma a Segunda
El Alavés deja a los de Hiddink al borde del descenso en un partido malo
Al Betis lo sacaron de su mundo a base de millones y lo que se fue por la alcantarilla fue el fútbol. Ahora, el equipo posproletario y multimillonario se acerca a Segunda como un meteoro. Ayer, en Sevilla, un equipo salió a luchar por su vida y otro a jugar al fútbol como lo entiende. Ganó el segundo, porque el primero ya no sabe si merece la pena vivir así.Hiddink apostó ayer por Ito en el centro del campo, pero este muchacho tiene un recorrido liliputiense y el equipo lo pagó. El holandés lo cambió antes de finalizar la primera parte, pero, no se sabe si es por carencia o cobardía, le quitó filo a su ataque que pasó de tres medios y tres atacantes al clásico cuatro y dos. Nada resultó.
BETIS 0ALAVÉS 1
Betis: Prats; Otero, Crosa, Vidakovic, Rivas; Cañas, Ito (Benjamín, m. 39), Romero (Oli, m. 61); Finidi, Alfonso, Denilson.Alavés: Herrera; Contra, Eggen, Karmona, Torres Mestre; Astudillo, Desio, Morales (Azkoitia, m. 79); Nan Ribera, Magno (Ibon Begoña, m. 64); Kodro (Javi Moreno, m. 55). Goles: 0-1. M. 52. Kodro, de penalti. Árbitro: Fernández Marín, que expulsó a Nan Ribera por doble amonestación en el minuto 57, cuando también amonestó a Javi Moreno. Mostró tarjeta amarilla a Cañas, Ibon Begoña, Desio y Herrera. Unos 15.000 espectadores en el estadio Manuel Ruiz de Lopera.
Y es que el Betis está como su estadio, con mucho dinero invertido pero nada acabado. Del entrenador nadie duda que sabe pero su sapiencia apenas valió ayer para forzar numerosos fueras de juego de los delanteros vascos y que Vidakovic fuera lo más peligroso en ataque al final del partido. Los jugadores otro dislate. Alfonso lo intentó todo, pero no le salió nada; Finidi, con el pubis roto y el cansancio acumulado, tampoco tiró ningún cohete, y Denilson sólo conserva la vitola de haber sido el jugador más caro del mundo (Lopera lo pagó), de driblar en una baldosa y no avanzar un metro y de centrar siempre al contrario mejor colocado.
El Alavés jugó como viene haciéndolo: mismo esquema, similares sustituciones y ese fútbol de los pillos que le dan cuerda (balón en este caso) al enemigo para que se ahorque. Nada hay que decir que no se haya dicho de Desio, Astudillo y compañía. Son como el Mallorca de Cúper, que no enamora, pero que, teniendo en cuentas sus circunstacias, su fútbol se vuelve meritorio y piropeable.
Todo lo contrario que en el Betis, donde las estrellas ya parecen estar pensando en qué equipo van a jugar el año próximo (incluido Hiddink, cuya valiente y monetaria apuesta por el equipo esta resultando un desastre). Cuatro pases mal dados, algún que otro tiro aún peor, un defensa como mayor baza ofensiva al final del partido y mucho ir y venir sin sentido no pudieron con un estilo soso y tosquete, pero que funciona. No es cuestión de dinero, sino de saber y amor al juego y el que sabe, sabe y el que no... se acerca a Segunda.
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