Rescatada del olvido la primera monografía dedicada a Nonell

Isidre Nonell, pintor que ahora ocupa un lugar más que destacado en la historia del arte catalán del siglo XX, no siempre tuvo la relevancia que su actual consideración haría pensar. Su reconocimiento vino tarde. Antes, sin embargo, fueron algunos los que supieron percibir su genio. "Con justicia se puede considerar a Nonell como el más genuino representante de la pintura moderna de Cataluña y también el verdadero heredero de la tradición pictórica nacional", escribía el crítico Joan Mates a mediados de los años treinta. Sin embargo, estas palabras no han sido impresas hasta ahora, ya que debido al estallido de la guerra civil las galeradas, con las correcciones ya listas, quedaron en un cajón. La editorial Ausa ha rescatado del olvido la monografía realizada por Joan Mates con prólogo de Francesc Miralles. Según Miralles, "si exceptuamos el trabajo de Alexandre Plana, el libro de Mates era el primer estudio del artista, la primera monografía del artista, proscrito en vida".Hallazgo fortuito

La recuperación de este trabajo inédito se produjo gracias a un hecho circunstancial. Con motivo de la reedición de una monografía sobre Francesc Gimeno, también realizada por Joan Mates, el artista y editor Estrada Vilarrasa tuvo conocimiento de que la viuda de Mates todavía vivía y ésta, agradecida por el tratamiento que había tenido el trabajo de su marido, le ofreció la posibilidad de editar un trabajo de cuya existencia sólo ella tenía conocimiento.

El libro se divide en diferentes capítulos que hacen referencia a puntos clave de la personalidad y la evolución de Nonell. En el apartado dedicado a los célebres cuadros sobre gitanas, Mates escribe "Fue de manera fortuita que Nonell pintó gitanas". Tras argumentar la tendencia natural del artista por retratar ambientes populares y marginales, Mates explica que Vollard, el marchante parisino de Nonell, le aconsejó que volviera a España y le enviara telas de figuras que tendrían una mejor salida comercial. Nonell regresó un tanto abatido por su fracaso y ante la insistencia del marchante en los temas típicos, el pintor percibió que los retratos de gitanas podría conjugar la "españolada", según cita Mates, con sus intereses artísticos.

Junto a sendos capítulos dedicados a sus luchas con los simbolistas y los modernistas, el libro hace un alto para explicar la significación de su célebre frase "Jo pinto i fora". También se dedica un capítulo a su tardío éxito de ventas en las Galeries Laietanes.

La obra I. Nonell, junto al texto, viene acompañada por la reproducción de dos de las páginas de las galeradas con las correcciones manuscritas de Mates y de las pruebas de grabados para ilustrar la edición original que nunca llegó a ver la luz. La presente publicación ha incorporado reproducciones actuales con las obras que habían servido de referencia para el trabajo de Mates.