Arsenal y Galatasaray, en la final Arrestadas 23 personas en los disturbios previos al partido del Leeds con el equipo turco

El Arsenal y el Galatasaray jugarán este año la final de la Copa de la UEFA al eliminar en las semifinales a sus respectivos rivales, el Lens francés (1-2) y el Leeds inglés (2-2) . De esta manera, aficionados ingleses y turcos volverán a encontrarse en Copenhague, donde se celebrará la final de la competición europea el próximo 17 de mayo, en un enfrentamiento que se presume de alto riesgo como consecuencia de los sucesos que han rodeado la eliminatoria entre el campeón turco y el Leeds United, dos de cuyos seguidores murieron apuñalados en Estambul hace dos semanas, la víspera del partido de ida.La tensión presidió el encuentro entre el Leeds y el Galatasaray. Antes del partido se produjeron momentos de violencia protagonizados por hinchas del equipo inglés. 23 personas fueron detenidas, según la policía. En los enfrentamientos no se produjeron heridos de consideración.

El hecho de que el Galatasaray no decidiese guardar un minuto de silencio antes de ese encuentro y de que sus jugadores no portasen brazaletes negros sentó muy mal en el club inglés, por lo que los ánimos se fueron calentando de cara al partido de vuelta. A pesar de que a los hinchas turcos se les prohibiese la asistencia al estadio del Leeds y de las especiales medidas de seguridad adoptadas para este enfrentamiento, se produjeron percances en Leeds.

Una multitud de aficionados recibió a los autobuses del equipo turco en los alrededores del estadio del Leeds para abuchearlos, insultarlos y lanzarles objetos. Unos de éstos llegó a romper la luna de uno de los autocares y golpeó en el rostro al entrenador del Galatasaray, Faith Terim. Otro grupo de agresivos aficionados del Leeds rodearon a dos camarógrafos de la televisión turca y destrozaron la cámara de uno de ellos. La policía, movilizada a caballo y en tanquetas con vestimenta de antidisturbios, detuvo a una decena de violentos.

Estos sucesos colocan a los organizadores de la final, en la capital danesa, en una complicada situación, puesto que seguramente tanto los temibles hooligans ingleses como los violentos seguidores turcos intentarán buscar la revancha y es muy posible que se produzcan incidentes. Será la primera vez que vuelvan a verse aficiones de ambos países, y en territorio neutral, después de la muerte de los dos hinchas del Leeds.

Antes del partido, que ambos equipos disputaron con brazaletes negros, los jugadores del Galatasaray depositaron ramos de flores en el césped, en gesto de conciliación y respeto. Durante el encuentro de Elland Road, los ánimos estuvieron algo encendidos sin que pasasen a mayores (todo lo más, insultos al banquillo del equipo turco), aunque un jugador de cada equipo fue expulsado al filo del descanso, Kewell, por el Leeds y Emre por el Galatasaray. El resultado final del partido fue de empate a dos. Este marcador permite al equipo de Estambul, que ganó por 2 a 0 en la ida y que se adelantó por dos veces en el marcador en la vuelta, clasificarse para la final de Copenhague y convertirse en el primer equipo turco que consigue tal hazaña.

El primer gol del equipo turco llegó a los 4 minutos, al transformar el rumano Hagi un penalti cometido sobre el delantero Sukur. El propio Sukur hizo el segundo tras una espléndida galopada, mientras que Bakke empató en dos ocasiones para el Leeds, que no tuvo de cara el partido en ningún momento.

En la otra semifinal, el Arsenal de Londres, tercero en la Premier League y que ya había ganado por 1 a 0 en la ida, se impusó a domicilio por 2 a 1 al Lens de Francia.

En el minuto 41 el francés del equipo londinense Thierry Henry puso por delante a los suyos al anotar un bonito gol con un remate a la media vuelta tras un pase del lateral brasileño Silvinho. El Lens, que necesitaba tres tantos para remontar la eliminatoria, igualó el partido a mediados de la segunda parte por medio de Pascal Nouma. Pero el nigeriano Kanu acabó con las pocas esperanzas francesas en el 86, al aprovechar una asistencia del holandés Overmars. Se acabó allí el sueño del modesto equipo francés, auténtico matagigantes en una competición en la que eliminó, entre otros, al Atlético de Madrid y al Celta.