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Los vecinos de Santa Eugenia denuncian la ampliación de la N-III ante la Unión Europea

Las obras previstas por la Comunidad de Madrid para enlazar la N-III con la M-45 se están encontrando con el rechazo de los vecinos del barrio de Santa Eugenia, sito en el kilómetro 9 de la autovía. La Comunidad necesita construir cinco carriles más para unir las dos carreteras y los vecinos afirman que las obras dañarán 600 árboles que son la única masa forestal del barrio y pondrán en peligro a 2.000 alumnos de dos colegios. Los vecinos han decidido denunciar el proyecto ante la UE para que Bruselas estudie si con sus fondos se está incurriendo en delito ecológico.

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Las reivindicaciones de los vecinos por salvar el entorno del barrio, en el que residen 30.000 personas desde hace más de 25 años, no es nueva. Llevan con la misma canción desde 1995. Entonces fue el Ministerio de Fomento, gobernado por el PSOE, el que planeaba ampliar la carretera para hacer más fluida la salida de la capital hacia el este, y sobre todo hacía el levante. Después de negociar las obras, la ampliación de la autovía se llevaría a cabo utilizando la mediana de la calzada. El verano pasado se construyó el primero de esos carriles y todavía falta por hacer el segundo. Pero desde hace unos meses sus problemas son con la Consejería de Obras Públicas y con el nudo de conexión con la carretera de circunvalación M-45, denominada de peaje en la sombra. Según el proyecto aprobado,la Consejería necesita construir, para enlazar la autovía de Valencia con la M-45, otros cinco carriles más, que se sumarían a los cinco ya existentes. Dos de estos nuevos carriles, los que salen de la capital, enlazarán con las salidas dirigidas hacia la M-45 Norte y la M-45 Sur. Los tres restantes servirán para entrar en Madrid desde las mismas direcciones de la M-45, más uno por el que se accederá al barrio.

Los vecinos acusan a la administración de proyectar las obrassin estudio de Impacto Ambiental, y laConsejeríadice que "nohace falta". Desdela plataforma aseguran que las obras haran desaparecer 600 árboles, los vehiculos circularán a gran velocidad a sólo 20 metros de sus casas y que 2.500 alumnos que estudian en dos centros educativos estarán en peligro porque, "a sólo 15 metros de la acera pasarán tres vías de circulación rápida". Se trata del colegio Ciudad de Valencia y del instituto Santa Eugenia.

Las asociaciones de padres de los centros presentaron el pasado 5 de abril una denuncia ante el Defensor del Menor. Allí explicaron al asesor del gabinete de la oficina éste extremo, pero aún no han obtenido ninguna respuesta. También consiguieron una cita con el consejero Luis Eduardo Cortés, después de concentrarse en las puertas de Asamblea de Madrid. El encuentro se celebró el pasado día 12 de abril, pero el consejero Cortés no acudió a la cita. Los vecinos fueron recibidos por el viceconsejero de Obras Públicas, Luis Peral, y por el director general de Carreteras, Francisco Javier de Águeda. Tampoco hubo acuerdo. "Más de lo mismo", resumieron los vecinos. Y llegaron las movilizaciones vecinales, los cortes de carretera y las carreras y peleas con los antidisturbios. Los vecinos llegaron a cortar la autovía de Valencia hasta en cuatro ocasiones para protestar por las obras. En una de ellas, algun vecino dió con sus huesos en el hospital Gregorio Marañon por la dureza empleada por las fuerzas de orden público en restablecer el tráfico en la vía. La semana Santa trajo la calma.

La última de las acciones efectuadas por los vecinos ha consistido en denunciar ante Bruselas el proyecto de ampliación de la carretera. Afirman que tienen conocimiento de que la Comunidad dispone de fondos europeos para financiar parte de las obras y quieren que en Europa se conozcan "los desmanes en los que se van a invertir sus fondos".

Peaje

Desde la organización aseguran que no sólo han protestado. También han hecho propuestas, pero "nunca han sido respetadas". Afirman que quien tiene la sartén por el mango son los constructores de la M-45, "que quieren poner en servicio la carretera para empezar a cobrar el peaje" correspondiente.

Los vecinos han propuesto siempre enterrar el tronco central de la N-III y utilizar el trazado actual a modo de los carriles que se quieren construir, o construir el nudo de conexión entre las dos carreteras a 800 metros de la ubicación proyectada, en dirección a Valencia y alejado del barrio. Aseguran que la Consejería "o no ha constestado o ha dichoque era demasiado costoso".

Ayer, Julian Revenga y Pedro Sabando, parlamentários socialistas en la Asamblea de Madrid, exigieron a la Comunidad que construyera más lejos de Santa Eugenia el nudo de conexión entre las dos carreteras. Además,Pedro Sabando, insisitió en que es necesario mantener una reunión tripartita entre la Comunidad, Fomento y los vecinos, porque "nadie se puede burlar de las reivindicaciones vecinales".

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