Los críticos obtienen de Granados garantías de que repartirá el poder en la gestora del PSPV
Las garantías dadas por Francisco Granados, presidente de la gestora del PSPV nombrada el pasado lunes por la Comisión Política del PSOE, acerca del funcionamiento plural de la nueva dirección provisional de los socialistas valencianos convencieron ayer a los críticos. Los miembros de estos sectores incluidos por Madrid en la nueva gestora, que inicialmente se mostraron reticentes a integrarse en el nuevo órgano directivo por considerar que su composición no refleja la correlación de fuerzas existente en el partido, aceptaron ayer finalmente integrarse tras recibir garantías de Granados. Éste se comprometió a distribuir las tareas del partido de forma que al frente de las diversas áreas no haya sólo un responsable.
Nueve de los 19 miembros de la nueva gestora del PSPV nombrada el pasado lunes mostraron ese mismo día sus reticencias a integrarse en un órgano de dirección que consideran descompensado y que no refleja la correlación real de fuerzas existente en las bases del partido. La presencia de nueve miembros próximos a las tesis del exsecretario federal de Organización Ciprià Ciscar desató las dudas entre los críticos, que aplazaron su decisión de integrarse o no en la gestora hasta celebrar ayer por la tarde una reunión en l'Alcúdia.Por la mañana se multiplicaron los contactos con el presidente de la nueva gestora, el exdelegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana Francisco Granados. Porque, a pesar de las citadas reticencias, muchos de los representantes de los sectores críticos consideraban necesario, por "responsabilidad", hacer "un esfuerzo" que les permitiera integrarse en la gestora, al entender que se trata de una dirección provisional, un mero "instrumento" cuya vida será efímera y cuyo principal cometido será la convocatoria del congreso. El verdadero esfuerzo se debía centrar en el trabajo que permita obtener la "mayoría" en el congreso. Y ese esfuerzo se podía hacer si se obtenían de Granados garantías suficientes de que la nueva gestora funcionaría desde la pluralidad y de que los críticos se integrarían en las áreas de gestión. Y a ello se pusieron ayer por la mañana. Algunos representantes del sector crítico se reunieron con Granados, quien ya el lunes había abogado por que los miembros de la gestora que tuvieran dudas acerca de su integración en la misma se decidieran finalmente a participar y colaborar en la etapa de provisionalidad que terminará con la celebración del congreso. Y Granados les dio "garantías suficientes".
Fuentes del sector crítico señalaron después de entrevistarse con Granados que habían decidido dar "un voto de confianza" al presidente de la gestora, que había mostrado "buena voluntad" y deseos de contribuir a la pacificación del partido. Granados se comprometió a llevar a cabo una distribución plural de las tareas internas en la gestora de forma que al frente de las diferentes áreas no figure un solo responsable, sino que estén a cargo de varios miembros de la nueva dirección. Apartar de las áreas clave del partido -organización o finanzas- a los miembros de la anterior gestora que las controlaban y que siguen en la nueva dirección podría acarrear problemas de funcionamiento, de ahí la solución buscada por los críticos: que la responsabilidad de esas áreas sea colegiada, con representantes de los diversos sectores.
Granados se comprometió a mantener una actitud neutral, pidió un margen de confianza para demostrar que su gestión no va a escorarse hacia ningún sector del partido y prometió que intentará que en el próximo congreso la lucha de las ideas prevalezca sobre las luchas por el poder en la organización.
Reunión en l'Alcúdia
Con estos argumentos, el camino estaba allanado de cara a la reunión convocada por la tarde en l'Alcúdia, a la que asistieron representantes de los sectores críticos -renovadores, lermistas y Movimiento por el Cambio, que integra a Izquierda Socialista y los asuncionistas- incluidos los de Alicante, lo que fue valorado como un paso importante. Tras más de dos horas de debate, con intervenciones "moderadas", según manifestaron varios de los participantes, los reunidos aprobaron un documento en el que, tras realizar una crítica a la composición de la gestora, por considerar que "no representa la pluralidad del partido", señalan que en estos "momentos delicados" por los que atraviesan los socialistas valencianos, deben imponerse la "responsabilidad" y el "respeto" a los militantes y a los votantes, para ponerse a trabajar con el objetivo de recuperar el terreno perdido por los socialistas. Esto se traduce en la decisión de integrarse en la nueva gestora, a la que instan a convocar el congreso lo más rápidamente posible con el fin de terminar con la "interinidad".
El documento contiene también una valoración positiva sobre la persona del presidente de la gestora, Francisco Granados. Y una crítica al representante valenciano en la Comisión Política del PSOE, Javier Paniagua, por su contribución a "enrarecer" la situación en el partido.
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