Primerizos

En los últimos diez años, los apretados programas oficiales de Semana Santa de las distintas capitales andaluzas han tenido que hacer hueco para la llegada de nuevas cofradías. Éste es un fenómeno que se ha notado particularmente en Málaga, cuya Agrupación de Cofradías de Semana Santa ha recibido a cuatro nuevas hermandades desde 1990, y ahora mantiene incluso un debate interno para decidir si es conveniente convertir el Viernes de Dolores, previo al Domingo de Ramos, en día de procesiones para acoger a algunas de las que siguen llamando a sus puertas.La Semana Santa malagueña atravesó después de la Guerra Civil (1936-1939) una dolorosa crisis. La virulencia de los enfrentamientos en la ciudad acabó con la mayor parte del patrimonio artístico de las cofradías quemado en piras. Algunas imágenes se salvaron merced a verdaderas proezas humanas, protagonizadas en algunos casos por devotos y en otros por simples amantes del arte. Un buen número de hermandades se vio incluso abocado a la disolución.

Pero el tirón popular de la fiesta, que además se convirtió pronto en un filón turístico, provocó a finales de la década de los setenta la reorganización, e incluso la creación de una serie de nuevas cofradías, muchas de las cuales han terminado por integrarse en la Agrupación. Son casos como el de la Salutación y la Salud, que salen el Domingo de Ramos, la Crucifixión, del Lunes Santo, la Nueva Esperanza, del Martes, o los Salesianos, que salen el Miércoles.

Todas ellas comparten características comunes. Una de ellas es su carácter solemne: las cinco realizan estaciones de penitencia en la Catedral o en alguna iglesia, a diferencia de la mayoría de las cofradías antiguas. Pero hay un motivo físico que permite a estos tronos entrar en las iglesias y a otros no: es el tamaño de los tronos, más pequeño en éstas. Otra característica común es que suelen estar vinculadas a alguna parroquia, asociación o barriada concreta.

Málaga no es la única ciudad que ha visto surgir nuevas cofradías. En Jaén, el año 2000 quedará grabado en la memoria de los 500 cofrades de la Hermandad de la Amargura como el año en que realizaron su primer desfile, con tormenta incluida. Con la excepción de la procesión de El Abuelo, la estación de penitencia de la Hermandad de la Amargura se ha convertido ya en la de mayor duración de la ciudad.

La Hermandad se fundó en 1984. El paso del Cristo Despojado y María de la Amargura iba precedido de la banda de tambores y cornetas de Porcuna, más de medio centenar de nazarenos y la agrupación musical de la propia cofradía. Entre sus costaleros figuraba el torero Álvaro Montes.