El PSOE pospone hasta después del congreso de julio la elección de su candidato a La Moncloa
El secretario general del PSOE que resulte elegido en julio próximo en el congreso del partido no llevará consigo la condición de candidato a la presidencia del Gobierno, según ha propuesto la Comisión Política. Un tiempo indeterminado después se pondrá en marcha el sistema de participación, eso sí, aprobado por el congreso -primarias puras u otro procedimiento que permita la competición entre varios aspirantes-, que designe al rival del PP. La gestora quiere dar un vuelco a los estatutos aprobando que los delegados al congreso sean elegidos en listas abiertas.
La Comisión Política o gestora del PSOE pretende dar pasos y tomar medidas que signifiquen para los militantes un cambio sustancial de los modos de actuar consolidados durante muchos años. De manera casi obsesiva, busca "la participación" directa de aquéllos en las decisiones que concluyan en la elección del próximo secretario general y de su ejecutiva en listas separadas. La gestora considera que con la elección de la nueva ejecutiva este congreso tiene ya bastante, por lo que dejará para otro momento, sin determinar cuanto tiempo después, la elección del candidato a la presidencia del Gobierno.En esta Comisión Política se ha afianzado la tesis, defendida por su presidente, Manuel Chaves, de que será el congreso el órgano que decida exactamente el procedimiento de designación del cartel electoral. Así las cosas, en la ponencia marco que elabora esta gestora y que tiene que ser aprobada el 13 de mayo por un comité federal no saldrá una apelación directa a las elecciones primarias, sino que se pedirá una reflexión sobre éste u otros procedimientos de participación.
Los miembros de la Comisión Política consultados insisten en que "no van a enterrar las primarias", pero les parece más prudente proponer a los delegados al congreso que definan claramente el sistema de participación que quieren para elegir el candidato a La Moncloa a fin de suscitar un debate amplio que, por falta de tiempo, no se realizó cuando el ex secretario general Joaquín Almunia lo propuso.
De ese congreso saldrá, por tanto, el procedimiento, pero no el candidato. "La elección del secretario general no lleva consigo la elección del candidato a la presidencia del Gobierno", dijo ayer el portavoz de la gestora, Máximo Díaz Cano. Este dirigente habló con naturalidad de "las primarias" para elegir el aspirante socialista a La Moncloa, pero, en conversación posterior con los medios de comunicación, precisó que la Comisión Política no ha aprobado incluir en su ponencia marco la consagración de las primarias, sino que se buscará una fórmula amplia para que los delegados la debatan.
Sí saldrá de la ponencia marco, que coordina Cristina Alberdi, la propuesta de separar la votación del secretario general de la del resto de la ejecutiva. También queda por perfilar las fórmulas que eviten la anomalía de que los delegados elijan a un secretario general y, a continuación, a una ejecutiva con la que el nuevo líder puede no tener afinidades. A modelo de ejemplo, se señala que el secretario general que resulte elegido podría tener la facultad de designar a un porcentaje de la ejecutiva.
Los miembros de la Comisión Política consultados reconocen que también confían "en el sentido común" de los militantes y que no consideran propio de los delegados que elijan un equipo que incomode al secretario general que acaban de nombrar con su voto individual y secreto.
Tanto Díaz Cano como otros miembros de la gestora reconocen que a Chaves le mueve el objetivo de que el nuevo secretario general tenga una legitimidad incuestionable y que en ningún caso pueda decirse que su elección es fruto del pacto entre los barones y las familias.
Para que el proceso esté libre de los condicionamientos de los aparatos locales y provinciales, la gestora propone además la elección de delegados por el sistema de listas abiertas. Otra propuesta que rompe años de tradición será la de que del congreso no salgan los ejecutivos con áreas asignadas, sino que esa facultad queda para el secretario general a fin de que con calma las reparta.
Facilidades para competir
La Comisión Política del PSOE se compromete con todos los aspirantes a la secretaría general a observar una total "neutralidad" y a facilitarles los medios materiales y la infraestructura necesaria para que sus ofertas lleguen a los militantes.A modo de ejemplo, el portavoz de la gestora, Máximo Díaz Cano, informó de que, si los candidatos quieren tener reuniones con distintas federaciones, la gestora lo puede organizar, así como hacer llegar a los militantes los proyectos que cada aspirante presente.
De esta manera, la dirección del PSOE da por supuesto que puede haber más de un candidato y se dispone a elaborar normas para que ya en el curso del congreso cada candidato pueda postularse ante los delegados.
De momento, sólo se da por segura la candidatura del presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, aunque mantiene algunas reservas.
Sin contar con su testimonio, en numerosos núcleos socialistas se menciona a Rosa Díez y José Luis Rodríguez Zapatero.
El político castellano-manchego afirmó ayer que presentará su candidatura si puede ser útil "a los progresistas" y que no lo hará si con ello crea problemas. Asimismo, habló de su "fortaleza interior" y sus convicciones "progresistas y humanistas" como motor de su actuación. Estas breves consideraciones las hizo después de participar en una sesión de lectura de la Biblia organizada por Mensajeros de la Paz.
Los planteamientos que hasta ahora realiza Manuel Chaves le parecen bien a Zapatero, que le atribuye "buenas intenciones y, normalmente, acierto".
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