Domínguez reconoce que pretende recuperar de la fundación el dinero de la compra del solar
El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Valencia, el popular Miguel Domínguez, explicó ayer que la compra del solar de la calle Mossen Sorell número 13 se realizó bajo la fórmula de una comunidad de bienes para que la Fundació Vives reconociese la deuda contraída con sus patronos en el momento en que se le cediese la parcela. Domínguez, que formalizó la compra del solar junto con otros dos ediles del PP, el director general de la Policía, Juan Cotino, y una sociedad del empresario Francisco Vallés, insistió en que toda la operación fue "sin ánimo de lucro".
El responsable municipal de Urbanismo argumentó que la Fundació Vives, de la que son miembros los cinco integrantes de la comunidad de bienes Sorell, compró como sede el edificio rehabilitado de la calle Alta, 25 con un empréstito que colocó la entidad al límite legal de endeudamiento. "Ante esta situación, se acordó que se adquiriera el solar [de Mossen Sorell, colindante en dos de sus lados con el edificio adquirido, y sobre el que había una opción de compra] por varios miembros de la fundación", prosiguió Miguel Domínguez, "Un solar que quedó en tenencia propia hasta que se vea cómo se adscribe a la fundación". El edil de Urbanismo de Valencia indicó que la compra del solar se realizó por importe de 8.750.000 pesetas a los que hay que sumar los gastos de la operación.Según Domínguez, Francisco Vallés, que ostenta los poderes de presidente de la Fundación Vives fue quien preparó toda la documentación y buscó la fórmula de la comunidad de bienes porque los socios no iban "a tener incremento de patrimonio". Domínguez señaló que Vallés renunció a participar a título individual en la comunidad de bienes y lo hizo a través de la sociedad limitada Carel & Dem, cuya titularidad comparte con su esposa. "Utilizó la sociedad porque a nivel fiscal así le interesaba a él", sentenció Domínguez, que ayer usó argumentos contradictorios respecto al valor económico del solar comprado en la calle de Mossen Sorell. Por un lado, el edil de Urbanismo recalcó que la parcela "se adquiere por encima del precio del mercado" y, por otro, insistió en que el solar "no tiene ningún valor en la calle", ya que sólo tiene utilidad "si se adhiere a alguno de los edificios que lo rodean".
La portavoz socialista en el Ayuntamiento de Valencia, Ana Noguera, insistió en que con el retal de solar (67 metros cuadrados que permiten planta baja y tres alturas) del que habla la alcaldesa Rita Barberá "sale un traje de 60 millones de pesetas". El grupo socialista reveló que Carel & Dem tiene entre sus objetivos societarios "la prestación de servicios de asistencia técnica, asesoramiento financiero, asesoramiento fiscal y gestión ante entidades públicas y asesoramiento jurídico".
En la comisión municipal de Urbanismo, Domínguez presentó cuatro informes técnicos en los que se señala que la calificación del solar comprado no ha sido modificada. Los socialistas insistieron en que los informes presentados reiteran cuestiones que nadie ha discutido, puesto que no se trata de un problema urbanístico, sino de "procedimiento político". Noguera, acompaña del edil Rafael Rubio, insistió en que "ha habido mala fe en los tres concejales del PP al ocultar su participación". "No es creíble que sea una acción desinteresada la compra del solar, puesto que no aparece en ningún momento que fuera para la fundación".
Por otra parte, la platorma Salvem el Botànic criticó ayer "la furibunda reacción del arquitecto" que ha proyectado el hotel que se pretende levantar en la parcela de los jesuitas de Valencia contra el informe de la dirección general de Patrimonio que desautoriza el proyecto. El arquitecto Joaquín Rousaud, autor del proyecto que la empresa Grand Hotel Crystal Palace -cuyos intereses defiende Vallés- quiere levantar en la parcela ubicada en un área calificada como bien de interés cultural, arremetió ayer, a través de un texto pagado, contra el informe de Patrimonio en el que se utilizan argumentos no empleados por los técnicos municipales.
Salvem el Botànic dice que la reacción no se entiende si no es porque "desde algunas instancias municipales (indesligables de las relaciones entre Mestre y Domínguez) le habían dado garantías de que obtendría todos los permisos".
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